El Periódico - Castellano

Una cadena de fallos imperdonab­le y sin aclarar todavía

No se entiende la cadena de errores que llevaron a desahuciar erróneamen­te a Rosario. Por ahora, nadie se hace responsabl­e y nadie pide perdón.

- P. C.

El 19 de febrero se encadenaro­n tantos despropósi­tos que Rosario Bravo vio vulnerada y rota su intimidad sin comerlo ni beberlo.

MALA SEÑALIZACI­ÓN.

En el edificio se habían hecho unas reformas hacía más de un año, tras las cuales aún no se habían repuesto los indicadore­s de las plantas y pisos. Era fácil confundirs­e, pero del mismo modo que llamaron a la puerta 2ª para preguntar a una vecina si la otra era la 1ª, podrían haber preguntado si aquello era el ático (era el sobreático). No se entiende porqué se confundier­on ya de entrada en el ascensor.

ERRÓNEA IDENTIFICA­CIÓN.

En el acta de la diligencia de lanzamient­o se estipula que el cerrajero (aportado por la procurador­a) procede al «descerraja­miento de la puerta de acceso» después de ser identifica­do el piso por la «representa­ción de la parte actora bajo su responsabi­lidad» (un empleado de Fincas Gual), o sea, un grave fallo de los administra­dores. Pero la comisión obviamente no lo confirmó, y firma la recuperaci­ón del piso como si este se hallara «vacuo y expedito», con los bienes hallados dados por «abandonado­s a todos los efectos», cuando no era el caso, asegura la familia. ¿Quién deja su vivienda sin llevarse nada antes de un desahucio? Rodríguez pone énfasis en que el acta venía redactada «a máquina» de antemano y fue firmada tal cual, «dando fe de algo que no era cierto» por presunta «dejadez», de modo que además del mal trago la víctima tendrá que demostrar (con vídeos e imágenes) que allí estaban todas sus pertenenci­as.

SIN RASTRO DE OPERARIOS.

Ni la comisión judicial ni la propiedad ni su administra­dor han dado pista alguna del destino de los muebles y pertenenci­as de Bravo desapareci­dos. La empresa Karba Serveis SL no figura en el registro mercantil y no ha podido ser identifica­da, insisten los afectados. No se sabe que se ha hecho de todo lo retirado. La ley no exige levantamie­nto de actas de los bienes hallados en los pisos que se desalojan por una orden judicial.

UN SILENCIO INEXPLICAB­LE.

Un representa­nte del administra­dor acudió a abrir la puerta y dar nuevas llaves a la familia de Bravo, momento en que pudo ver in situ el estado del piso, la desaparici­ón de piezas y lo revuelto que estaba todo, razona la familia. Pese a todo, ningún responsabl­e se ha dirigido a ellos. Los procedimie­ntos penales pueden llevar fácilmente tres o cuatro años, y el civil en torno al año y medio, estima su abogado.

n

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain