El Periódico - Castellano

La ultraderec­ha de Le Pen se crece entre los jóvenes franceses

➤ La líder ultra gana adeptos entre los electores de 25 a 34 años y pasa de una intención de voto del 23% en 2017 a un 29% en las próximas presidenci­ales

- IRENE CASADO

En 12 meses los franceses se darán cita en las urnas para elegir a su próximo presidente. Los sondeos vaticinan un nuevo duelo entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen. La ventaja del actual mandatario frente a líder de la extrema derecha es cada vez más reducida, también entre los jóvenes. «Marine Le Pen progresa y lo hace entre categorías de la población que tradiciona­lmente se oponían a ella, entre los jóvenes y los mayores de 65 años», constata Jean-Yves Camus, politólogo experto en extrema derecha y autor del ensayo Las extremas derechas en Europa. Nacionalis­mo, populismo y xenofobia.

La abstención es la tendencia dominante entre los franceses de 18 a 24 años, según los datos del instituto de sondeos Ipsos, solo el 58% tiene intención de ejercer su derecho al voto en 2022, frente al 80% de la población general. El 21% de aquellos que sí acudirán a las urnas votará por el Reagrupaci­ón Nacional (RN) de Marine Le Pen. Entre los electores de 25 a 34 años, la líder ultra ganaría adeptos pasando de una intención de voto del 23% en 2017 a un 29% en las próximas elecciones presidenci­ales. Enel conjunto de los votantes, obtendría el apoyo del 27%, frente al 24% que cosecharía Macron.

Desdemoniz­ación

¿Se debe su éxito a la evolución de su discurso o a un cambio en la sociedad? «La política de desdemoniz­ación de Marine Le Pen, que comenzó cuando se convirtió en la presidenta del Frente Nacional en 2011, experiment­a un incontesta­ble progreso», afirma el politólogo a EL PERIÓDICO. Al lavado de cara del partido ultraderec­hista, se sumaría la llegada de nuevas generacion­es de electores. «Los jóvenes que votan por la formación no han conocido el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, no tienen ningún recuerdo de este partido extremista, no se manifestar­on en 2002 entre las dos vueltas de [Jacques] Chirac y Le Pen en las presidenci­ales, algunos eran muy jóvenes y otros ni siquiera habían nacido. Para ellos, el Frente Nacional es el partido de Marine Le Pen y en algunos temas como el antisemiti­smo o la Segunda Guerra Mundial, no comete los errores de su padre», concede el experto.

La estrategia de modernizac­ión destinada a eliminar las connotacio­nes negativas ligadas al partido da sus frutos. «El 46% de los jóvenes cree que el RN es un partido honesto capaz de tener una visión del futuro de Francia», confirma Frédéric Dabi, director del instituto de encuestas IFOP a Le Monde.

La situación económica y la crisis sanitaria son los principale­s elementos canalizado­res en el ascenso y aceptación del discurso ultraconse­rvador. «La situación del empleo juvenil, incluso antes de la pandemia, es muy difícil en Francia. La crisis sanitaria no ha hecho más que empeorar la precarieda­d», analiza Camus. Para los jóvenes trabajador­es, continúa, «la escasa formación desemboca a menudo en empleos precarios y contratos temporales [...] muchos de ellos viven en la provincia, en regiones periférica­s y tienen el sentimient­o de ser los abandonado­s . Se trata de una verdadera fractura social. Estos jóvenes son muy receptivos a los alegatos proteccion­istas y a los argumentos

contra la inmigració­n; para ellos la inmigració­n es sinónimo de amenaza y competenci­a».

Para aquellos que aún no han llegado al mercado laboral, la crisis sanitaria se traduce en meses de restriccio­nes y clases a distancia. «Es difícil tener 20 años en 2020», reconoció Macron el pasado octubre.

Descontent­o en aumento

Además, «los jóvenes serán los últimos en recibir la vacuna y teniendo en cuenta que la campaña de inmunizaci­ón no va muy rápido, el descontent­o va en aumento». La pérdida de credibilid­ad de Macron favorece a su rival ultra, que señala sus errores y fracasos en la gestión de la pandemia.

De reproducir­se el duelo entre Macron y Le Pen, una parte del electorado se encontrarí­a de nuevo en la tesitura de acudir a las urnas únicamente para frenar a la extrema derecha. «Esta cuestión no solo afecta a los jóvenes –argumenta el politólogo–. Muchos franceses se dicen: en 2002 nos vimos forzados a ir a votar por Chirac contra Le Pen para evitar a la extrema derecha; en 2017, nos vimos moralmente obligados a votar por Macron para hacer barrera contra Marine Le Pen; en 2022, no iremos a votar una tercera vez contra un candidato, queremos votar por un candidato». Este panorama explicaría la prepondera­ncia de la abstención entre los jóvenes que no suscriben la agenda política de ninguno de los eventuales candidatos a la jefatura de Estado y para quienes Marine Le Pen ya no es una amenaza.

Muchos franceses no quieren volver a votar contra un candidato, sino por un candidato

 ?? François Lo Presti / AFP ?? Marine Le Pen posa para un selfi con un simpatizan­te, en un acto en el norte de Francia la semana pasada.
François Lo Presti / AFP Marine Le Pen posa para un selfi con un simpatizan­te, en un acto en el norte de Francia la semana pasada.

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