La lucha por suceder a Merkel tensa la alianza de los conservadores
La CDU apuesta por Armin Laschet mientras que la CSU lo hace por su líder, Markus Söder
El presidente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Armin Laschet, se acercó ayer un poco más a la oficialización de su candidatura a la cancillería: la presidencia y la ejecutiva federal del partido conservador dieron su apoyo casi unánime, según fuentes democristianas, a la pretensión de que Laschet sea el cabeza de lista a los comicios federales del próximo septiembre e intentar suceder a Merkel al frente de la cancillería.
«La opinión en la presidencia y la dirección es clara: hay un amplio apoyo para Laschet», dijo el secretario general democristiano, Paul Zemiak, en una rueda de prensa junto al presidente del partido. «Todos quieren tomar ahora una decisión rápida», añadió Laschet, quien dejaba así la pelota en el tejado de Markus Söder, primer ministro de Baviera y presidente de la CSU, partido hermano de la CDU en el estado libre del sur de Alemania.
Riesgo de conflicto abierto
Söder es el único candidato alternativo a Laschet dentro del conservadurismo alemán para despejar la llamada K-Frage, como se conoce popularmente en alemán la cuestión del candidato a canciller. El pasado domingo, tras una reunión de la fracción parlamentaria federal de la CDU-CSU, Söder reconoció por primera vez en público la intención de presentar su candidatura. Solo puso una condición: contar con el apoyo no solo de su partido, sino también de la CDU.
A pesar de que Laschet ya cuenta con el apoyo explícito de la cúpula de la CDU, Söder sigue sin dar su brazo a torcer: horas después de la comparecencia del presidente de la CDU en Berlín, el presidente de la CSU se presentó ante la prensa en Múnich para confirmar el respaldo «unánime» de la cúpula socialcristiana a sus pretensiones.