ERC y Junts se cruzan reproches tras dos meses de negociación estéril
Mientras Esquerra agota su paciencia, JxCat se siente poco cortejada y advierte de que el desenlace «va para largo» La CUP aprovecha para pulir su preacuerdo con los republicanos
Que mañana se cumplan dos meses desde las elecciones no parece que vaya de momento a hacer mella en los negociadores de ERC y JxCat cara a lograr la investidura del republicano Pere Aragonès. El escenario es el siguiente: Junts se siente poco querida por una Esquerra que va agotando su paciencia, mientras la CUP aprovecha el impase para intentar pulir su preacuerdo con los republicanos, y los ‘comuns’ presionan para que el PSC mueva ficha de una vez en busca de un Govern alternativo.
En efecto, en ERC la paciencia va cotizada. El paso de las semanas ha ido agotando las existencias de esta virtud a pesar de lo que los republicanos consideran «gestos de generosidad». Como el apoyo a Laura Borràs como presidenta del Parlament y a Aurora Madaula como sustituta del purgado Jaume Alonso-Cuevillas en la Mesa de la Cámara. Cree Esquerra –de hecho, en el partido están convencidos de ello desde ya antes de la sesión de investidura fallida– que su socio está «alargando» injustificadamente las conversaciones para alcanzar un acuerdo que permita investir a Aragonès.
«Ningún escollo insalvable»
La portavoz de ERC, Marta Vilalta, reiteró que no hay «ningún escollo insalvable» y, respondiendo a una de las demandas posconvergentes, aseguró que el propio Aragonès, si es necesario, «no tiene ningún problema en liderar él mismo» la negociación para desbloquear el acuerdo.
Minutos después comparecía la portavoz de Junts, Elsa Artadi. La ejecutiva y algunas asambleas territoriales confirman una doble posición interna: los que están a favor de quedar fuera del Govern si es necesario y quienes quieren un pacto, pero un buen pacto. Artadi se limitó al guion: hace falta concretar y Junts no se siente interpelada por el calendario, pese a ser consciente de «la prisa y voluntad ciudadana» de lograr un Govern.
Fuentes de Junts aseguran que es ERC la que no pone todo lo necesario para cortejarlos. Y en este vodevil tercia la CUP para tratar de pulir el preacuerdo con Esquerra. Anticapitalistas y republicanos han retomado las comisiones sectoriales para negociar ámbitos temáticos (vivienda, salud, educación y medio ambiente, entre otros) después de que la militancia cupera considerara que el contenido pactado para facilitar la investidura de Aragonès era insuficiente.
Los ‘comuns’ apremian a Illa a llamar a Aragonès para negociar un Govern alternativo
Paralelamente, las bases del partido presionan para debatir cuanto antes sobre la presencia de la CUP en el próximo Govern. La mayoría de organizaciones se inclinan por no tomar asiento en el Consell Executiu, como mínimo, hasta que este lleve dos años en marcha, cuando se podrá evaluar el cumplimiento de las medidas que contiene el preacuerdo.
En paralelo, los ‘comuns’ no renuncian a que en Catalunya haya un Govern de izquierdas. El portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena, reclamó al socialista Salvador Illa y a Aragonès que se pongan en contacto para intentar un pacto alternativo. En concreto, pidió a Illa que llame al líder de ERC para conseguir el apoyo de los republicanos, que sería imprescindible para que el candidato del PSC se convirtiera en ‘president’.
La «vía muerta»
En respuesta a la entrevista a Illa de EL PERIÓDICO, en la que sostiene que no renuncia a ser investido ante la «vía muerta» en que están las negociaciones entre independentistas, el portavoz de los ‘comuns’ dijo: «Lo que le pedimos a Illa es que, si es su propuesta, la trabaje, porque no caen del cielo las propuestas. Implican interlocutar con la gente. Sería una buena idea que Illa llamara a Aragonès, le pidiera una reunión y hablasen».