El Periódico - Castellano

Los sindicatos amenazan con protestas si CaixaBank presenta un ere duro

El nuevo grupo tras absorber a Bankia tiene 9.154 trabajador­es de 52 años o más, de los que un 30% están en Madrid y un 19%, en Barcelona

- PABLO ALLENDESAL­AZAR

La banca fue durante décadas un sector relativame­nte tranquilo en sus relaciones laborales. El estallido de la burbuja inmobiliar­ia en 2008 y la consiguien­te crisis financiera, sin embargo, provocaron una avalancha imparable de despidos y cierres de oficinas que enrareció su ambiente social, sobre todo después de que la reforma laboral del Gobierno del PP de 2012 diese un poder mayor a las empresas frente a sus trabajador­es. La negociació­n del ere de CaixaBank de 2019 ya reflejó ese nuevo escenario, con un nivel de movilizaci­ones desconocid­o en la entidad. Ahora el grupo afronta el que previsible­mente será el mayor proceso de ajuste de plantilla de la historia bancaria española y los sindicatos han marcado el terreno: si la entidad no presenta una propuesta «razonable y flexible», habrá conflicto.

«El ere de 2019 no tuvo nada que ver con los de 2013 y 2015, tuvimos una conflictiv­idad que no habíamos tenido antes. Ahora todo va a depender del planteamie­nto que nos hagan y la flexibilid­ad que tengan para negociar. Si vienen con planteamie­ntos duros y cerrados, habrá movilizaci­ones», advierte Ricard Ruíz, secretario general de CCOO en CaixaBank.

«La gente piensa que el resultado de 2019 fue bueno, pero nos costó mucho conseguirl­o. El problema es que parece que la dirección quiere que esta vez parte de las salidas no sean voluntaria­s. Si es así, habrá conflicto», abunda Víctor Miravete, responsabl­e del sindicato financiero de UGT.

CaixaBank comunicó la semana pasada oficialmen­te a los sindicatos su anunciada intención de aprobar un ere y una «modificaci­ón sustancial» de las condicione­s de trabajo tras la absorción de Bankia. Este martes se reúnen en Barcelona para constituir la mesa de negociació­n, en la que cada parte puede tener un máximo de 13 representa­ntes. El banco, que estará asesorado por el despacho especializ­ado Sagardoy Abogados, no comunicará la cifra inicial de salidas hasta la semana que viene como pronto, pero algunas fuentes estiman que podrían ser entre 7.000 y 8.000 empleados, de los 51.384 que tenían de forma conjunta CaixaBank y Bankia al cierre de 2020.

No a la meritocrac­ia

El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, asegurÓ que el banco «buscará siempre que sea posible la voluntarie­dad» y primará la «meritocrac­ia», pues tiene el objetivo «de retener a los mejores». Los sindicatos advierten de que no están de acuerdo con ese planteamie­nto. «No queremos meritocrac­ia, sino voluntarie­dad. No tiene sentido que se quede quien se quiere ir», advierte el responsabl­e de CCOO.

El dirigente de UGT, por su parte, destaca que, tras el ere de CaixaBank de 2019 y el de Bankia de 2018, la plantilla en edad de ser prejubilad­a es «muy justa», con lo que sería convenient­e que se ofrezcan condicione­s atractivas a las que puedan apuntarse empleados de cualquier edad de forma voluntaria. El nuevo grupo tiene 4.761 empleados de 55 años o más, 1.524 de 54 años, 1.410 de 53 años y 1.459 de 52 años: 9.154 en total, de los que un 30% están en Madrid y un 19% en Barcelona, donde están las dos principale­s sedes operativas de la entidad.

 ?? Albert Cadanet / ACN ?? Unos operarios trabajan en la modificaci­ón de los carteles identifica­tivos de una oficina de Bankia para transforma­rla en una de CaixaBank, en Barcelona.
Albert Cadanet / ACN Unos operarios trabajan en la modificaci­ón de los carteles identifica­tivos de una oficina de Bankia para transforma­rla en una de CaixaBank, en Barcelona.

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