Pros y contras
Un poco de paz
FundiPau (Fundació per la Pau) ha presentado la campaña #PacifiquemlesXarxesSocials, «15 propuestas para promover un entorno digital más interesante y respetuoso». Alejarse de los gritos y las des calificaciones, centrarnos en las ideas y los argumentos, leer la información antes de compartir un titular tramposo, no polemizar sobre todo lo que no compartimos ni difundir todo aquello que nos escandaliza contribuyendo a su propagación… Un total de 15 propuestas que nos parecerían obvias en el mundo real y que, sin embargo, se desvanecen demasiado rápido en las redes sociales. Como si nuestra mente o nuestra sensibilidad pudieran desdoblarse y el sentido común quedase embargado ante las pantallas.
La agresividad de las redes afecta nuestras vidas mucho más allá del mundo virtual. No solo de forma personal, sino también socialmente. Los perfiles más belicosos, más controvertidos y provocadores a menudo son premiados en la vida pública. Productos codiciados para el mercado de las tertulias. Insultadores profesionales que ven como sus bravatas se convierten en un lucrativo modo de vida. Podemos ser eco o sordina. Paz o ruido.
Cócteles
Soy un ferviente defensor de las vacunas frente a los que las critican y que no están dispuestos a pasar por el trámite (o el trance) de dejarse pinchar. Argumento las bondades y les lleno de datos sobre los beneficios que conllevan, mientras que ellos siguen empeñados en lo contrario. Lo hacen con humor, eso sí, y me dicen que, una vez vacunado, te salen manchas verdes y te conviertes en un sapo asqueroso. Reímos, pero ni ellos me convencen ni yo soy capaz de hacerles cambiar de opinión.
Cada vez es más difícil, porque mis argumentos se debilitan. La AstraZeneca no era aconsejable para mayores de 55 y ahora es justamente a partir de esa edad que la aconsejan. Nadie había hablado de poner dos dosis de vacunas diferentes y ahora que la AZ se mira con lupa ya se contempla como una posibilidad cierta la combinación con otras vacunas, porque el cóctel, dicen en Francia, «da respuestas inmunitarias que son más importantes que cuando se utiliza una única vacuna». Creo en la ciencia y en el progreso y no cederé, pero cómo se fortalece, ¡Dios mío!, la tentación de pensar que somos conejos de Indias expuestos a experimentos como los que hacía el doctor Moreau en su isla.