La ‘mili’ 2.0 de los informáticos
La Generalitat promueve expandir el modelo ‘bootcamp’ de EEUU en Catalunya. Se trata de cursos intensivos y de inspiración militar para formar a profesionales tecnológicos.
Como en un ejército, pero para profesionales de la tecnología. La Generalitat promueve la implantación del modelo estadounidense de bootcamp en Catalunya para, mediante la inversión privada, alimentar de reclutas altamente cualificados a las empresas del sector tecnológico.
Este modelo consiste en unos cursos exprés y de inspiración militar que están diseñados para informáticos, programadores e ingenieros de datos. Su precio medio ronda los 4.600 euros, es impartido en academias privadas y busca mejorar, en un corto periodo de tiempo, las habilidades de sus alumnos en unas competencias concretas.
Este es el retrato robot de un bootcamp que dibuja el informe presentado por el Departament de Polítiques Digitals y el Mobile World Capital. En España hay 35 centros que actualmente ya ofrecen estos cursos, el 40% de ellos se concentran en Barcelona y en 2020 formaron a 6.240 alumnos. El sector está en alza y prevé formar a casi el doble de alumnos este año. Durante el pandémico 2020 sus academias facturaron 26 millones de euros y este año aspiran a llegar a los 45 millones; según recopila el estudio.
Principios de los 2000
El modelo bootcamp llega procedente de Estados Unidos, donde a principios de los 2000 se comenzó a formar a los peones cualificados de la industria tecnológica que posteriormente nutren las filas de Google, Apple, Facebook y otras firmas tecnológicas. Su origen proviene del argot de los marines norteamericanos, que se referían a los campamentos de formación de los nuevos reclutas (los boots) como bootcamps. En 2019, 34.000 alumnos se formaron en bootcamps en Estados Unidos y las academias facturaron 460 millones de dólares con ellos. Solo en San Francisco hay los mismos bootcamps que los registrados en toda España.
Y la Generalitat considera que este es uno de los modelos a incentivar para surtir a las empresas catalanas y punteras en tecnología de los reclutas que precisan. ¿Quién contrata a estos perfiles? Desde desarrolladores de software o aplicaciones, como Glovo, Wallapop o N26, hasta consultoras, como Deloitte, Everis o Accenture; así como firmas tradicionales que se encuentran en fase de digitalización, como Telefónica, Seat o Zara. «La brecha de talento digital y, por tanto, la falta de profesionales en el sector tecnológico ha impulsado el crecimiento de los bootcamp durante la última década», según reza el informe.
Complementarios
Estos cursos «no compiten, sino que complementan los formatos de formación tecnológica existentes tales como las Ingenierías, los másters universitarios y la formación profesional en TIC, todos ellos de mayor duración y amplitud de contenidos», según recoge el informe presentado este lunes.
Su duración va de los 3 a los 12 meses y está pensada para trabajadores jóvenes, que ya han salido de la universidad con su título bajo el brazo pero aún no tienen consolidada su carrera profesional. La mitad de los formados hasta ahora tiene entre 25 y 35 años, según constata el estudio.
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