Un PSG imperial echa al campeón
El equipo de Pochettino cae ante el Bayern pero pasa a semifinales con una exhibición de Neymar que topó tres veces con los palos.
Pocas derrotas más dulces ha habido en la historia que la sufrida ayer por el Paris Saint Germain ante el Bayern (0-1). El equipo de Mauricio Pochettino certificó el pase a semifinales de la Champions gracias al 2-3 de la ida en Múnich. Ochos meses después de la final de Lisboa, consumó la venganza. El campeón, sin Lewandowski, cayó con la cabeza alta ante un rival imperial en la vuelta pese a la derrota.
En otra noche maravillosa de fútbol el campeón francés y el germano volvieron a deparar un combate lleno de emociones. Hubo menos goles que en la ida, pero no menos fútbol. En esta ocasión, sin embargo, se intercambiaron los papeles. Si en Múnich, el PSG se llevó la victoria pero quedó la sensación de que el Bayern fue mejor con un fútbol arrollador y eléctrico, ayer el bloque de Neymar, Mbappé y Di María se doctoró ante el campeón. Lejos de defenderse y conformarse con el resultado, asumió los galones de la eliminatoria y desarboló a su oponente.
Expectativas cumplidas
No mereció perder ayer el PSG, ni mucho menos, como tampoco lo mereció el Bayern seis días antes. El subcampeón espera rival en unas semifinales en las que se medirá con el City o el Dortmund después de resistir con un mérito enorme al asedio final germano.
Se esperaba nuevamente un duelo volcánico y las expectativas se cumplieron desde el pitido inicial. No habían pasado ni tres minutos cuando Mbappé ya tuvo la primera ocasión para batir a Neuer en un tiro demasiado cruzado. Si en la ida fue el Bayern el que protagonizó 31 tiros por solo 6 del PSG, ayer el cuadro francés equilibró bastante esa estadística (10 remates franceses, 15 alemanes).
Quería demostrar su enorme potencial el PSG y lo hizo, cómo no, guiado por fantástico Neymar. La exhibición del brasileño fue sensacional en el primer tiempo. Solo le faltó el gol. Entre Neuer y los palos amargaron al exazulgrana, que se mostró totalmente imparable, con ese desparpajo que tantas veces se añora en el actual Barça.
Su primera ocasión la desbarató el meta (m. 9), mientras el Bayern se refugiaba en las diabluras de Coman, el autor del gol en la final de Lisboa. Sané y Kimmich también intentaron batir a Keylor antes de desatarse definitivamente el huracán Neymar. En cinco mi
nutos de inspiración pudo finiquitar perfectamente la eliminatoria con tres acciones preciosas, pero la fortuna no estuvo de su lado. Entre Neuer y el palo frenaron la primera, el larguero repelió la segunda y el poste truncó la tercera tras un pase de Mbappé. Increíble.
Gol de Choupo-Moting
No definió Neymar y el Bayern encontró la suerte que le faltó en Alemania. Un despeje de Keylor en un tiro de Alaba lo aprovechó Choupo-Moting para empujarla a la red y dar ventaja al campeón, que a punto estuvo de marcar el 0-2 en un misil del austriaco repelido de milagro por el costarricense.
Neymar volvió a acariciar el gol en un pase de Di María (m. 53). Mbappé no falló pero su tanto fue anulado por un ajustado fuera de juego (m. 78). Quedaba ese clásico arreón final del Bayern, un gigante acostumbrado a las gestas. Un gol salvaba al campeón, pero el PSG resistió con bravura y pudo culminar su obra. Quizá con Lewandowski habría sido otra historia.