El Periódico - Castellano

Aislados pese a la vacuna en los geriátrico­s italianos

Las residencia­s de ancianos del país transalpin­o se resisten a abrir sus puertas y permitir las visitas de los familiares por miedo a asumir responsabi­lidades ante posibles nuevos contagios de covid-19.

- ROSSEND DOMÈNECH Roma

Los 365.000 ancianos de las 7.400 residencia­s italianas están prácticame­nte todos vacunados (95%), pero el 64% de ellos no puede recibir visitas ni siquiera de los familiares. Por esta razón en las últimas semanas se ha levantado un clamor popular para protestar por la situación y las familias se han coordinado en una asociación que amenaza con presentar un pleito colectivo.

El Ministerio de la Salud ya publicó en noviembre y diciembre de 2020 dos disposicio­nes permitiend­o la apertura de las residencia­s y las condicione­s. «No digan que depende de nosotros», afirma Sandra Zampa, exsubsecre­taria y actual consejera del ministro de la Salud. «Si las familias contestase­n la legitimida­d del cierre, tendrían razón», añade.

Las ordenanzas de Salud fijan los detalles sobre quien y cómo puede entrar en los locales, las medidas previas a tomar y quiénes pueden restringir las visitas. Sin embargo, los directores de las residencia­s, que deberían abrir las puertas, se resisten por miedo a asumir responsabi­lidades ante posibles nuevos contagios, amparándos­e en afirmacion­es generales de Salud.

Tragedia en pandemia

Sebastiano Capurso, presidente de Anaste, asociación de administra­dores de residencia­s, subraya que «la ordenanza [del ministerio] no menciona abiertamen­te que sea posible un contacto físico entre el visitador y el visitado (...), queremos que nos digan claramente lo que tenemos que hacer». La situación es tan incomprens­ible que el departamen­to de sanidad de Lombardía (Milán) ha presentado un proyecto de ley regional para sus 70.000 internos de las residencia­s.

En Lombardía, durante 2020, se produjo la mayor tragedia en geriátrico­s a causa del incomprens­ible error de trasladar a las residencia­s, cuando ya se sabía que se trataba de coronaviru­s, a los contagiado­s que no cabían en los hospitales. Solo en el Pio Albergo Tribulzio, el mayor geriátrico de la región, murieron 400 ancianos contagiado­s. En la provincia de Trento, en el norte, siete residencia­s han abierto sus puertas siguiendo los protocolos y en dos meses no han constatado ningún contagio.

Varias fiscalías tienen sumarios abiertos sobre lo que sucedió en 2020 en las residencia­s al principio de la pandemia, principalm­ente en la región de Lombardía, pero un año después no han llegado todavía a ninguna conclusión. Actualment­e, desde hace dos meses en Italia siguen muriendo entre 300 y 500 personas de covid al día, el valor más alto de la UE, pero ningún político, partido, ministerio, diario o televisión ha explicado si se trata de una falta de aparatos, de personal o de cualquier otra causa. Por otra parte, fuentes del Ministerio de Asuntos Regionales aseguran que en las conferenci­as periódicas entre regiones y Estado «no se ha hablado del tema».

Eterna zona roja

La Comunidad de San Egidio acaba de realizar un estudio en 237 residencia­s, en 11 ciudades de 10 regiones, que concluye que el 64% de ellas «no permiten visitas». Únicamente el 50% dispone de un sistema de videollama­das y solo el 15% permite las visitas de familiares, amigos y voluntario­s. «Son una eterna zona roja», concluye el documento. Marco Impagliazz­o, presidente de San Egidio considera las residencia­s «un sistema fuera de control (…), porque son de un régimen en monopolio».

Entre los proyectos del plan europeo de reconstruc­ción, Italia ha insertado un cambio radical para las residencia­s: los ancianos serán acogidos en sus domicilios o en «casas de la comunidad» cercanas a sus territorio­s, a lo que se destinarán una parte de los 13.000 millones para Sanidad del NextGenera­tion UE.

El Ministerio de la Salud ya publicó el pasado noviembre una disposició­n permitiend­o la apertura de centros

 ??  ?? Un familiar besa a una anciana a través de una cortina de plástico en Castelfran­co Veneto.
Un familiar besa a una anciana a través de una cortina de plástico en Castelfran­co Veneto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain