‘El fotógrafo de Minimata’
Andrew Levitas (Estreno: 30/4/21)
W. Eugene Smith es uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX y merecería una película mejor que esta. El fotógrafo de Minamata recrea el viaje a Japón que Smith hizo en 1971, cuando el alcohol y la depresión ya habían puesto fin a sus días de gloria, y que resultó en la publicación de un reportaje fotográfico en la revista LIFE que denunciaba un caso atroz de polución industrial y sus terribles efectos sobre la gente. El director Andrew Levitas convierte esa premisa en una narración genérica sobre la lucha del hombre contra las corporaciones y en defensa del periodismo de investigación, y para ello echa mano de diálogos toscos, villanos caricaturescos y una búsqueda del sentimentalismo, a la que contribuye la partitura de Ryuichi Sakamoto que suena en la banda sonora.
En la piel de Smith, Johnny Depp ofrece una de sus interpretaciones más matizadas en mucho tiempo. En cambio, ninguno del resto de personajes llega a cobrar verdadera vida, y en ese sentido resulta problemático el caso de Aileen Mioko, una activista pionera a la que la película convierte en poco más que un accesorio. El fotógrafo de Minamata acaba usando una tragedia japonesa como mera excusa para retratar a un héroe americano que salva al pueblo nipón y logra una redención personal en el proceso.
nChaos walking ha tenido una gestación accidentada. Charlie Kaufman escribió el borrador del guion, pero luego el texto se sometió a muchas reescrituras y pocas cosas reconocibles quedan del trabajo del guionista de Cómo ser John Malkovich. La película estaba lista para ser estrenada en marzo de 2019, un año antes del inicio del confinamiento, pero los productores, insatisfechos con el resultado, decidieron pulirla aún más. Se estrena ahora, sin saber qué queda del original.
Pero eso, lo que queda, es interesante en cuanto al punto de partida: en un planeta donde se han refugiado un grupo de humanos procedentes de la Tierra, un fenómeno llamado el ruido hace que los pensamientos de los hombres queden al descubierto. Unos lo controlan mejor que otros. El protagonista, el joven Todd, es incapaz de burlar sus pensamientos y cualquiera que esté junto a él puede escucharlos. Doug Liman, el director, lo filma mediante una extraña aura neblinosa que rodea a los hombres: la materialidad de sus pensamientos, de sus deseos, dudas y ambiciones. El planteamiento de fantasía distópica, con elementos de thriller y wéstern que tiene Chaos walking no va mucho más allá, y la película acaba reduciéndose a un relato de persecuciones y supervivencia que se queda sin explorar del todo lo que plantea en las primeras secuencias.
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