Hazard busca redención
El belga acumula dos temporadas en el Madrid frustrado por las lesiones y lejos del nivel que ofreció en el estadio al que hoy retorna como contrincante.
Nadie, ni siquiera aquel entusiasmado Eden Hazard presentado en junio de 2019 en un Bernabéu con afición, podía prever que casi dos años después no iba a haber disfrutado de un gran momento como madridista. Es más, todavía no ha podido, lesiones mediante, ofrecer unos partidos seguidos de buen rendimiento, al nivel que mostró siendo local en ese campo en el que hoy busca redimirse.
El belga venía, después de siete años en Inglaterra, de exhibirse a la altura de los más desequilibrantes del mundo. Eso creía fichar el Madrid: un jugador consolidado, en plena madurez, a los 28 años, y que venía a marcar diferencias en un equipo huérfano desde la salida un año antes de Ronaldo.
Dos años después, Benzema sigue siendo un verso libre y solitario en un Madrid que no ha encontrado una alternativa. «Sabemos qué jugador puede ser. Una pena que no lo haya podido demostrar por las lesiones. Está mejor físicamente y es un jugador para estos partidos», dijo Kroos.
Lastrado por las lesiones
La trayectoria en el Madrid del belga la han marcado las lesiones. Desde que una entrada de Meneur,
en noviembre de 2019, le causara problemas en una placa que tenía en el tobillo de una lesión anterior, nunca se ha vuelto a ver al Hazard del Chelsea.
A partir de ahí, encadenó periodos de baja, pasó por el quirófano y, tras la pandemia, forzó para llegar ante el Manchester City a los cuartos de final de la Champions y el resultado no fue satisfactorio.
Esta temporada se ha perdido, por lesión, 29 partidos entre la Liga y la Champions y, en total, desde que llegó al Madrid hace casi dos años, el belga no supera los 2.300 minutos disputados (menos que 10 de sus compañeros solo este curso). A la espera de lo que pueda jugar las cuatro jornadas ligueras
que aún quedan, no ha jugado más que 27 partidos de blanco en la Liga y ha estado de baja, en todas las competiciones, 53 partidos, casi toda una temporada.
Incluso las críticas, respecto a que su estilo de vida no era el ideal para un deportista de élite, se han disipado con el paso del tiempo impulsadas por la frustración que transmite Hazard cada vez que se vuelve a lesionar.
Con todo y con eso, el fútbol siempre da otra oportunidad y, después de haber vuelto a jugar en la ida y haber superado los 70 minutos disputados el fin de semana, ahora tiene en la que fue su casa la última gran ocasión de reivindicar ese puesto entre las grandes estrellas del fútbol que una vez tuvo. «Es un muy buen momento para Hazard», dijo Zidane ayer.