Albert Soler regresa otra vez al CSD tras su reciente salida del Barça
Albert Soler regresa hoy de forma oficial a la política deportiva justo el día en el que se cumplen 13 años de su primer nombramiento como director general del Consejo Superior de Deportes (CSD). Retorna con el mismo cargo que le hizo dar el salto de Barcelona a Madrid, de la política deportiva municipal a la estatal.
Con 55 años, y hasta la llegada de Joan Laporta a la presidencia del Barça, era uno de los altos ejecutivos del club azulgrana donde ocupó los cargos de director de Relaciones Institucionales, primero, y después, de director de Deportes Profesionales durante el mandato de Josep Maria Bartomeu.
Será, de hecho, el número dos de la política deportiva española. Su llegada se debe a la intención gubernamental (ayer fue nombrado por el Consejo de Ministros) de dar un perfil más deportivo al CSD, ya que el presidente del organismo y a la vez secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Franco, plantea una silueta más política y sigue compaginando el cargo con el de secretario general del PSOE en la Comunidad de Madrid. Soler llega precisamente al inicio de la recta final en la preparación de los aplazados Juegos de Tokio.
Diputado en el Congreso
De hecho, Soler nunca ha renunciado al carnet del PSC, ni siquiera en su etapa azulgrana aunque no ostentara ningún cargo de responsabilidad en el partido socialista catalán. Antes de ser contratado por el Barça fue diputado por Barcelona en el Congreso (2011-2014) por los socialistas catalanes.
Y antes de eso y durante medio año ocupó también la máxima responsabilidad del deporte español, como secretario de Estado para el Deporte, en sustitución de Jaime Lissavetzsky durante la última etapa de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno español en 2011.
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