El giro de Laporta con Koeman
En poco más de una semana, el presidente del Barça ha ido cambiando de opinión sobre el futuro del técnico. El periodo de reflexión de Laporta está a punto de acabar, dispuesto ahora a mantener la confianza en el neerlandés.
Pidió Joan Laporta, el presidente del Barça, un período de reflexión sobre el futuro de Ronald Koeman en el banquillo del Camp Nou. Un período de dos semanas, pero no ha querido agotarlo el presidente, por lo que parece dispuesto a oficializar hoy, justo al acabar la reunión de la directiva, que el neerlandés es su hombre. Es el técnico indicado para pilotar la reconstrucción tras varios meses de dudas porque los desencuentros no proceden solo de la breve y tensa cumbre (apenas duró media hora) mantenida el pasado 25 de mayo en las oficinas del estadio.
El club, según reveló ayer Catalunya Ràdio, tiene diseñado ahora un plan para fortalecer la debilitada figura del técnico. Debilitada desde el interior porque se le dijo que solo continuaría en el Camp Nou si no se encontraba una alternativa mejor en ese plazo de 15 días. Un plazo que no parece haber necesitado apurar. Koeman cumpliría el segundo año de contrato que le firmó en su día Josep Maria Bartomeu, además de ofrecerle el club, como ya insinuó la pasada semana Rob Jansen, el agente del neerlandés, otra temporada más (hasta 2023) con un nuevo contrato basado, sobre todo, en variables por títulos conseguidos.
Sigue el técnico el camino trazado también con Kun Agüero y Èric García, los dos primeros fichajes que llegaron a coste cero para iniciar la necesaria remodelación de la plantilla. Una reestructuración ya dibujada por Koeman con Mateu Alemany, nuevo director de fútbol del club, persona de máxima confianza de Laporta, y Ramon Planes, el secretario técnico escogido por Bartomeu tras la dimisión de Eric Abidal.
Ambos ejecutivos sostenían en privado la necesidad de que continuara el neerlandés ante la dificultad que detectaban en el mercado de entrenadores para hallar un recambio de garantías, teniendo en cuenta, además, de que la alternativa de Xavi no era bien vista por el presidente. Y por varias razones. Creía y cree Laporta que el técnico del Al-Sadd qatarí necesita aún más recorrido, además de que su vinculación total con el proyecto deportivo que lideraba Víctor Font, el candidato al que derrotó en las elecciones del 7 de marzo, hacían inviable su fichaje.
La frustrada vía alemana
Poco a poco, el discurso, tanto internamente como en público, de Laporta hacia Koeman ha ido cambiando. El tránsito se ha acelerado en esta última semana, obligado por las circunstancias. Ya en la campaña, el entonces candidato no se mostró excesivamente cómplice con el héroe de Wembley, «un entrenador que nos hemos encontrado», según repitió luego como presidente. Ni siquiera la conquista de la Copa de Rey, el único título del Barça en los dos últimos años, modificó la frialdad laportiana, seducido por la vía alemana porque, además, le daba un sello propio a su proyecto.
Primero quiso apostar por Julian Nagelsmann, luego eligió la vía de Hans Flick. Pero ni uno ni otro escogieron venir al Barça porque el Bayern pagó 25 millones por el técnico de Leipzig y el entrenador del equipo bávaro prefirió dirigir a la selección alemana. No tenía Laporta dinero para competir ni tampoco tenía la opción de con
La junta podría oficializar hoy la continuidad del entrenador tras meses de dudas El plan del club es ampliarle un año más su contrato en base a variables
quistar a Guardiola, vinculado primero por escrito y luego también emocionalmente con el Manchester City. El coste del despido de Koeman (sobre los 12 millones de euros) dificultaba, y mucho, los planes del club.
«Ronald da el perfil»
En su primera comparecencia, tras casi tres meses en la presidencia, Laporta reveló el pasado viernes 28 sobre Koeman que sí, pero no. Que sí buscaba entrenador, pero que «no lo descartéis porque Ronald da el perfil». El lunes 31, aprovechando la presentación de Kun, el presidente dijo que «la reflexión con Koeman iba bien» y el martes 1, con Èric García a su lado, se atrevió a poner un 1 en la quiniela por la continuidad del neerlandés.
Ayer, con una última cita entre Laporta, Yuste (vicepresidente deportivo) y Alemany con Koeman, se acabaron de perfilar los detalles finales de ese inesperado giro de guión. Al presidente, como le pasó a Núñez con Cruyff (nunca se entendieron, solo se soportaron y no siempre de buena gana), le toca recuperar los puentes de diálogo que rompió con su técnico. También Guardiola, coincidiendo con la entrada de Rosell en la presidencia (2010), vivió una tensa relación entre los inquilinos del banquillo y el palco, por lo que solo cohabitaron juntos dos años más, a pesar de vivirse el ciclo más exitoso de la historia del club.