«Con esta nueva separación te sientes más seguro»
Satisfacción entre los dueños y clientes de los locales que participan en la prueba piloto
el restaurante Marinada todo era ayer novedad. Situado en Casp, número 61, este es uno de los bares elegidos por el ayuntamiento para implementar uno de los nuevos prototipos de terraza. «Hace un mes y medio que nos llamaron y pensé que era broma», contó Jordi Sol, propietario del negocio. Tras varios retrasos –la terraza tenía que haber estado lista para el 15 de mayo–, los operarios del consistorio llegaron el martes por la mañana y lo dejaron todo listo esa misma tarde. «No hemos hecho nada», detalló Sol.
Como cada día, los parroquianos fueron pasando por el bar y lo primero que les llamó la atención era la nueva plataforma. «Qué terraza más bonita», recalcó uno de ellos. «He visto las demás y esta es la más acogedora de todas», añadió, orgullosa, Dolors. Once son los negocios elegidos para la prueba de este mes.
Hasta la mañana del miércoles, la ampliación de terraza –a raíz de la pandemia y como medida de apoyo a la restauración– estaba protegida por unos pivotes amarillos que apenas separaban las mesas de los coches. «Muchos movían la mesa y la ponían encima de la acera», explicó ayer el propietario. En lugar de esos pivotes, ahora hay una plataforma de madera elevada protegida por una barrera con flores. «Con esta separación te sientes más seguro, porque todo el mundo quiere estar en el exterior y antes era más complicado», comentó un cliente del establecimiento.
Hasta el restaurante se acercaron también trabajadores del ayuntamiento para comprobar que todo estaba en orden, pero se dieron cuenta de algo que tanto clientes como empleados habían notado ya: la plataforma estaba inclinada. «Depende de la pendiente de la calle», apuntó una de las trabajadoras mientras fotografiaba la tarima. De hecho, algunos de los comensales tuvo que mover la mesa. «Tiene bastante pendiente y la acera está más baja», explicó el dueño. «Según nos ha dicho el arquitecto, como esto solo es un prototipo, en las terrazas que hagan a partir de ahora procurarán mejorarlo, aunque esta se va a quedar fija».
Afrontar el pago
Cerca del Marinada está Boca di Bonifacio, donde ayer los camareros montaban la terraza, todavía entre bloques de hormigón amarillo. «Esto es muy útil para nosotros porque la cosa funciona, a la gente le apetece estar fuera y la terraza está siempre llena», subrayó el dueño, Roberto Pongo. También estaba rodeado de hormigón el bar Casa Sorio, que comparte la ampliación de la terraza con el local de al lado. «Los clientes la prefieren a la terraza normal», aseguró la propietaria, Carmen Onieva. «Esta está muy bien porque es bastante amplia, pero las hay muy estrechitas», comentó una de las clientas. «Muy seguras no me parecen en la calzada», apostilló.
El problema que afrontan ahora los dueños es que tendrán que pagar las terrazas. «Nosotros no cobramos más por atender en la terraza porque tenemos clientela familiar, a ver qué nos piden», apuntó Onieva. «Después de ser uno de los sectores más afectados, el ayuntamiento tendría que hacer algún esfuerzo», añadió Sol.