El Govern descarta ya aprobar este año unos nuevos presupuestos
Giró convocará a los grupos parlamentarios la semana que viene para empezar a elaborar las cuentas de 2022
Difícil batallar contra el calendario, y estamos a junio. Este podría ser el resumen que lanza el Govern de la decisión de renunciar a aprobar unos presupuestos para el presente año 2021 y enfocar las baterías a trazar los de 2022, con el objetivo, explicitado por el ‘president’ Aragonès en sede parlamentaria, de que entren en vigor el primer días del nuevo año. «Un presupuesto requiere tiempo, negociación y hacerlo bien», argumentó ayer el ‘conseller’ de Economia, Jaume Giró, en respuesta a una interpelación parlamentaria del PSC. Con las de este ejercicio, la Generalitat ha aprobado fuera de plazo o prorrogado 22 presupuestos en los últimos 40 años, la mitad de ellos en la última década, coincidiendo con el ‘procés’.
Fuentes del Govern desgranaron que los plazos inevitables de proyección y aprobación de unas cuentas situaban su entrada en vigor a mediados de noviembre, si todo iba bien, por lo que han decidido centrarse en los de 2022. De hecho, el entorno de Aragonès ya preveía que se diera esta situación una vez que observaron como se prolongaban las negociaciones entre ERC y Junts para la formación de un Govern de coalición. Aunque creyeron que, en todo caso, tenía que ser el nuevo equipo de Economia, encabezado por Giró, el que valorara la situación y comunicara la noticia.
Desgaste político
Estas mismas fuentes descartaron que se hubiera hecho cualquier tipo de cálculo sobre el eventual desgaste que sufriría el Govern en la negociación de 2021 con sus socios de la CUP, justo ahora que ya ha aparecido el primer asunto, el de la ampliación del aeropuerto de
Barcelona, en el que los anticapitalistas muestran una posición abiertamente contraria, al menos, al de la mitad posconvergente del Executiu. Justamente la mitad que gestiona, también, Economia y, por tanto, debe ser el principal negociador de las cuentas.
Tras avanzar que la semana que viene convocará por primera vez a las fuerzas políticas para comenzar a elaborar el proyecto, Giró se comprometió a trabajar para que Catalunya tenga «un buen presupuesto que permita una prosperidad compartida que provoque un crecimiento de la economía social y medioambientalmente sólido».
Ante los reproches de la diputada socialista Alícia Romero por la falta de presupuestos este año, el ‘conseller’ le recordó que el Gobierno de Pedro Sánchez solo ha aprobado unas cuentas nuevas en tres años. Romero replicó que los presupuestos de 2020, que se aprobaron en plena pandemia y con un acuerdo de ERC con los ‘comuns’, se tramitaron «en apenas dos meses». «Podríamos tener un presupuesto antes de verano, es cuestión de voluntad», sentenció la diputada del PSC.
Más allá de las cuentas, el ‘conseller’ denunció que Catalunya padece un déficit fiscal y de inversiones que «lastra la competitividad de la economía y su capacidad de crecimiento», pues la diferencia entre lo que aporta el Estado y lo que recibe Catalunya es del 8% del PIB de media anual.
Por ello, instó a los socialistas a reconducir este déficit desde el Gobierno, mientras que al empresariado le reclamó que, además de unirse para reclamar la ampliación del aeropuerto de El Prat, también lo haga para exigir que se reduzca el déficit fiscal y de inversiones en Catalunya.
Una década fuera de plazo
Si los planes gubernamentales no se frustran, el nuevo Executiu lograría la gesta de la década, lo que es todo un síntoma de la situación de la política. Y es que los últimos presupuestos aprobados en los plazos correspondientes para que entren en vigor en el año que toca fueron los de 2010, con José Montilla de ‘president’.
La llegada de la crisis, y con ella de los recortes con que llegó Artur Mas, se tradujeron en aprobación tardía en los ejercicios 2011 y 2012 y con la prórroga de 2013, entre otros motivos por la convocatoria electoral anticipada de 2012, provocada por la primera Diada del ‘procés’.
Tras llegar, de nuevo fuera de plazo, en 2014 y 2015, Oriol Junqueras, como vicepresidente de Economia, tuvo que prorrogarlas en 2016 y, en 2017, elaboró los últimos que se aprobaron hasta abril de 2020. Un periodo que contó con la intervención del Estado vía artículo 155 de la Constitución, durante más de 200 días.
Los presupuestos vigentes, y que ahora se prorrogarán, fueron diseñados por el hoy ‘president’ Aragonès y contaron con el apoyo de los ‘comuns’ y la oposición de los ahora, de nuevo, socios de ERC y Junts, la CUP.