Más de 1,5 millones de trabajadores aún esperan la subida del salario mínimo
El SMI lleva seis meses congelado en > 950 euros Este mes la comisión asesora > del Gobierno publicará sus recomendaciones
Entre 1,5 y 1,9 millones de trabajadores en España llevan seis meses pendientes de si subirá finalmente este año o no el salario mínimo interprofesional (SMI). La ministra de Trabajo y hoy vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, se comprometió a ello, pero el rechazo de la patronal y, principalmente, del ala conservadora del Gobierno frenó cualquier incremento el pasado 1 de enero. Un semestre después, la discusión sigue en barbecho. El debate en el seno del Ejecutivo se desplazó a una comisión de 14 expertos que este junio prevé publicar un informe con recomendaciones sobre cómo debería evolucionar este suelo salarial en lo que queda de legislatura y que hoy es de 950 euros.
Repartidores, trabajadoras del hogar, temporeros, ocupados en centros especiales de trabajo… los profesionales que ganan el SMI son diversos y están distribuidos en distintos sectores. Entre el 10% y el 12% de la población asalariada en España cobra según el salario mínimo, según datos recopilados por Fedea. Lo que supone entre 1,5 y 1,9 millones de trabajadores.
Extra que marca la diferencia
Gisela es repartidora para una subcontrata de JustEat 15 horas a la semana, que pueden convertirse en 20 o 30 dependiendo de los flujos de trabajo que tenga la empresa. Por esa base de 15 horas, cobra 340 euros al mes, que pueden llegar a convertirse, en el mejor de los casos, en 800 si le asignan más horas. «Te avisan el mismo día de los horarios, no puedes planificar nada. Tampoco sé cuánto me va a quedar a final de mes… ni si me va a alcanzar».
Ella cobra el salario mínimo pelado, con un plus de un euro la hora si pone la moto para repartir. «Si lo acaban subiendo, ese extra lo invertiría en el mantenimiento del vehículo, para poder seguir trabajando», cuenta. Esos 10, 20 o 50 euros que puede acabar subiendo el SMI marcan la diferencia para Gisela entre saber que podrá seguir trabajando o vivir con esa incertidumbre. De momento, esta joven está preparando oposiciones para Correos, una vía de escape para poder vivir más allá del día a día.
En Sindillar, una organización de trabajadoras del hogar, hace años que realizan diferentes cursos para formar a las mujeres que se ganan la vida (o sobreviven) como internas, limpiando casas y cuidando a chiquillos. El salario mínimo no es el más habitual entre las trabajadoras del hogar, en ocasiones cobran menos, especialmente aquellas que trabajan en negro. «Muchas familias aprovechan que estamos en plena crisis para pagar menos», cuenta la portavoz Norma Falconi.
En manos de los expertos
«En las condiciones actuales, las subidas prudentes de salarios mínimos en economías como la española no tienen prácticamente efectos negativos en el empleo. Y, por el contrario, mejoran las condiciones de vida de esos hogares. Especialmente la vida de los niños y sus oportunidades. Los salarios mínimos funcionan», escribió Antón Costas, actual presidente del CES, en las páginas de EL PERIÓDICO hace dos meses.
Costas es uno de los 14 expertos que configuran la comisión organizada desde el Ministerio de Trabajo para asesorar al Gobierno sobre cómo debe subir el salario mínimo. No es el único, pues el Ministerio de Economía y la patronal CEOE (contraria a subidas) también propusieron los suyos. Según fuentes de Trabajo consultadas, antes de acabar el mes esperan poder hacer públicas sus conclusiones. Teniendo en cuenta el compromiso firmado en el acuerdo de Gobierno de finalizar la legislatura con un SMI equivalente al 60% del salario medio en España.