Promover el patrimonio archivístico
campaña #ArchivemoslaCOVID19 con el objetivo de recopilar evidencias documentales que sean útiles para dejar constancia de lo vivido, porque dentro de unos años todo esto será historia, y al querer explicarlo a los nietos, se tendrá esta documentación para tratar de hacerles entender el impacto vivido en 2020 y 2021.
No se trata de un ejercicio solo para fomentar el costumbrismo. Es mucho más profundo. Sin archiveros ni gestión documental no hay transparencia. Por eso los profesionales de la archivística pusieron el grito en el cielo cuando varias administraciones públicas admitieron que durante la pandemia no se levantaba acta de las reuniones de los comités de expertos. Esto es una vulneración de los derechos de la ciudadanía, que queda privada de tener acceso a la información. Además, los historiadores no podrán estudiar cómo y por qué los gobiernos acordaron las decisiones que han marcado nuestra vida todos estos meses.
Los archivos y sus profesionales son la primera línea de defensa de una democracia que quiera llamarse plena. Si los documentos están bien gestionados, los investigadores pueden estudiarlos y el resultado de sus investigaciones se puede divulgar. Gracias a ello la ciudadanía tiene más herramientas para entender mejor porque somos como somos y que debemos saber para no repetir los errores del pasado, algo imprescindible ahora que el fascismo ha perdido la vergüenza y vuelve a avanzar por Europa como lo hacía cuando Duschman y Almudéver eran unos niños.
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