Biden desembarca en Europa
> En la cumbre del G-7 en el Reino Unido y en Bruselas, el presidente de EEUU busca también reafirmar los vínculos que Trump debilitó
► El presidente de EEUU, Joe Biden, inició ayer su primera gira por Europa con la intención de reforzar las alianzas que Trump debilitó con su estrategia aislacionista. El mandatario participará en el G-7 y en una cumbre de la OTAN buscando la complicidad de la UE. En la foto, Biden y su mujer descienden del Air Force One a su llegada a la base británica de Mildenhall. PERSONAS
Ocho días, tres países, una plétora de reuniones y de encuentros bilaterales y un objetivo claro y prioritario que resumía el propio Joe Biden ayer justo antes de embarcar en el Air Force One rumbo al Reino Unido, primera etapa de su primer viaje internacional: «reforzar la alianza y dejar claro a [Vladímir] Putin y a China que Europa y Estados Unidos están estrechamente unidos».
Esa es la misión con que el presidente de EEUU afronta esta gira, con la que marcará un radical punto y aparte respecto a Donald Trump y su aislacionismo. Y es también un viaje en el que, ya sea abordando la lucha contra la pandemia o contra el cambio climático en la reunión del G-7 en Cornwall, intentará enmendar relaciones deterioradas por el republicano o compromisos que puso en cuestión.
Es también un viaje donde su primer encuentro como ocupante del Despacho Oval cara a cara con Putin el día 16 en Ginebra –con el que Biden cerrará su periplo europeo–, se puede anticipar en las antípodas del último que mantuvo el líder ruso con Trump en Helsinki. Y dudosamente Biden vaya a dar al líder del Kremlin más credibilidad que a sus propias agencias de inteligencia, como hizo el republicano, especialmente en un momento en que estas señalan a Moscú como origen de crecientes ciberataques.
Incluso con todas esas diferencias, hay un punto de conexión entre Biden y su predecesor: la mirada a Pekín como el gran competidor y la búsqueda de que Europa tome partido con Washington.
Objetivo Pekín
Ya el sábado, en un artículo de opinión en The Washington Post en el que Biden aseguraba que «EEUU debe liderar el mundo desde una posición de fuerza», el mandatario prometía que «las principales democracias del mundo ofrecerán una alternativa de altos estándares a China para actualizar infraestructuras físicas, digitales y de salud que son más resilientes y apoyan el desarrollo global», un reto directo al proyecto de Pekín de la Nueva
El dirigente anunciará la compra de 500 millones de dosis de Pfizer para donar a países necesitados
Ruta de la Seda. Biden escribía también que «las democracias del mundo juntas deben asegurar que nuestros valores gobiernan el uso y el desarrollo de innovaciones, no el interés de autócratas».
En el artículo, Biden adelantaba que en sus reuniones con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el del Parlamento Europeo, Charles Michel, el foco estará puesto en «asegurar que democracias de mercado, no China o nadie más, escriben las reglas del siglo XXI de comercio y tecnología». Pero algunos observadores alertan de que Washington no está tratando a Europa como un socio fundamental en esa lucha con China, señalando a gestos de supuesta desatención como el hecho de que no haya nombrado aún embajador ante la UE (tampoco lo ha hecho para la OTAN).
A la reunión de hoy con el primer ministro británico, Boris Johnson, le seguirán mañana y el sábado la participación en la cumbre del G-7, la primera presencial en la pandemia y donde Biden presentará una estrategia de reparto global de vacunas. Según adelantó The Washington Post, el mandatario anunciará que su Administración compra 500 millones de dosis de la vacuna de Pfizer para repartir entre los países más necesitados.
Otra de sus iniciativas, la propuesta de un impuesto mínimo global del 15% a las multinacionales al que dieron luz verde los ministros de finanzas del G-7 el fin de semana, se ve en peligro por el anuncio de los republicanos de que lo ven como una «locura».