Sánchez pide a los españoles comprensión ante los indultos
El presidente defiende la medida de gracia como un gesto de «magnanimidad» del Estado y loa la «distensión» de Junqueras
Pedro Sánchez continúa completando la argumentación que utilizará el Gobierno para defender los indultos a los condenados del ‘procés’. Es la respuesta de un Estado «magnánimo», que demuestra su fortaleza también siendo generoso con quienes quebrantaron la ley en aras de la «convivencia» y el «reencuentro». «Magnanimidad» que reclama igualmente a los ciudadanos.
El Ejecutivo es consciente de que una decisión que marcará toda la legislatura, tan delicada, necesita de «mucha pedagogía» antes de ser adoptada. Por eso el presidente se afana, antes de precisar los tiempos y los detalles, en explicar «el mensaje político». Ayer lo pudo hacer desde Buenos Aires, en la primera estación de su minigira latinoamericana que lo llevará hoy a Costa Rica.
Reparar los errores
En su comparecencia con el mandatario de Argentina, Alberto Fernández, pudo referirse por primera vez a la tribuna de Oriol Junqueras, que concibe como un gesto de «distensión» que ha de ser «bienvenido». Sánchez, en su respuesta, retomó primero el hilo que le había dejado, un día antes, la ministra portavoz, María Jesús Montero.
Así, expresó su «comprensión» hacia los ciudadanos que sientan «reparos» ante el posible perdón gubernamental. Les pide «confianza» en él. «Tenemos que hacer una apuesta por la convivencia, por la reparación de esos errores que se cometieron en 2017. La sociedad española tiene que transitar de un mal pasado a un futuro mejor, y eso implica magnanimidad», afirmó el presidente.
El líder socialista indicó que el Gobierno va a «construir convivencia». Porque todo procede de un problema que, dijo, heredó de la Administración del PP. «Pido comprensión, magnanimidad al conjunto de la sociedad catalana y española porque el desafío que tenemos por delante merece la pena», remachó.
Sánchez no dio pistas de cuándo aprobará los indultos y cuándo se reunirá la mesa de diálogo, en la que no veta a Junqueras, aunque se trata, insistió, de un foro «entre gobiernos». Lo importante ahora, reforzó, es el «mensaje político», la «vocación» del Gobierno por abrir «un nuevo periodo en Catalunya», basado en el acuerdo, «siempre respetando los márgenes que otorga la Constitución». Es decir, que no habrá referéndum de autodeterminación pactado, como pide ERC. Todo en la línea de lo expresado horas antes en la sesión de control en el Congreso, en la que el PP desplegó una amplia ofensiva contra el Gobierno.
Sánchez fue preguntado por una remodelación de su Gabinete. Dijo estar centrado en la vacunación y la recuperación económica. La crisis de gobierno no está descartada, pero no será inminente.
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