El Salvador adopta el bitcóin
El partido del presidente Nayib Bukele aprueba que la criptomoneda sea de uso legal en todo el país. La medida pretende atraer inversores y acelerar la economía, pero despierta muchas dudas.
El Salvador abre la puerta al bitcóin. El Parlamento del país centroamericano aprobó ayer la legalización del uso de la popular criptomoneda, siendo así la primera nación del mundo en adoptarla dentro de su curso legal.
La llamada ley bitcóin, de tan solo tres páginas, fue aprobada con 62 de los 84 votos posibles y con el apoyo del controvertido presidente del país, Nayib Bukele, defensor del bitcóin desde 2017 y que, desde su victoria electoral el pasado febrero, cuenta con una mayoría absoluta en el Parlamento y controla los tres brazos del poder.
Además del dólar, El Salvador también aceptará el uso «ilimitado» de bitcóins para cualquier transacción económica, ya sea para pagar impuestos, amortizar una hipoteca o solventar deudas. Así,
«todo agente económico» deberá aceptar esta criptomoneda a excepción de quienes «no tienen acceso a las tecnologías que les permiten realizar transacciones», un 70% de la población. La nueva ley entrará en vigor a principios de septiembre.
Hasta un 20% de la riqueza de El Salvador proviene de las remesas de dinero que manda la diáspora desde el extranjero. Bukele ha prometido que la adopción del bitcóin permitirá que llegue más dinero al país y convertirlo en un polo de atracción para inversores y empresarios de las criptomonedas. A estos se les concederá de forma «inmediata» la residencia permanente y no habrá impuestos a las ganancias obtenidas en bitcóins,
como sucede con cualquier moneda de curso legal.
La medida genera muchas dudas. La alta volatilidad de las criptomonedas preocupa, todavía más sabiendo que la tasa de cambio entre dólar y bitcóin será establecida por el propio mercado.
«El anuncio es un éxito para Bukele porque refuerza su discurso rupturista y mejora su imagen hacia el exterior en un momento en el que se le acusa de populista y autoritario», apunta Sergio MaydeuOlivares, profesor asociado del CIDOB. «Ahora está lanzando propaganda, pero la aplicación real de esta medida es una incógnita».
El sistema prácticamente irrastreable del bitcóin hace temer que su adopción facilite su uso entre grupos criminales y narcotraficantes para blanquear capitales.
n