Huertas y Shermadini llevan al Barça al límite en la semifinal
El Lenovo Tenerife supera a los azulgranas con una exhibición de su genial pareja y fuerza un tercer partido de desempate mañana en el Palau.
La inteligencia y el acierto de Marcelinho Huertas y Shermadini desconectó por completo al Barça en Tenerife (80-68) y llevó la semifinal de la Liga a un tercer partido de desempate mañana en el Palau. El cuadro tinerfeño dominó de principio a fin, en un giro de guion inesperado para el equipo azulgrana, que había ganado por 43 puntos el primer partido 48 horas antes con récord de triples y de anotación, pero que ayer fue irreconocible en Canarias.
«Fallamos demasiados tiros, y perdimos la batalla de la dureza, de la concentración. La Liga ACB no es fácil. Hay que volver a casa e intentar ganar para estar en la final», resumió Jasikevicius.
Una de las claves del contundente triunfo del Barça en el estreno de la semifinal fue el control realizado sobre Huertas y Shermadini, los dos referentes que permiten entender la tercera posición del Tenerife en la Liga regular. En el Palau desaparecieron del radar. Su protagonismo en este segundo partido hizo renacer al equipo de Vidorreta y además le complicó la vida al Barça hasta el límite, sin que encontrara respuestas a la ecuación.
Huertas y Shermadini llevaron el plan de juego con una tremenda eficacia. El base brasileño, como si no le pesaran sus 38 años, marcó el ritmo con inteligencia y encontró una y otra vez al pívot. Sus números fueron de escándalo: 26 puntos, 11 asistencias y 31 de valoración. El georgiano se adueñó del juego en la zona, dominó los aros, e inclinó la pelea por el rebote con una sorprendente facilidad, justificando su condición de MVP de la temporada en la Liga Endesa. Acabó con 21 puntos 10 rebotes y 37 de valoración. De la conexión de ambos surgieron las primeras ventajas del Tenerife, que se aplicó con una intensidad máxima en defensa, sacando partido de la permisividad arbitral.
Reacción puntual
Solo en los momentos en los que el Barça tapó esa vía de agua, encontró la forma de entrar en el partido. Pero eso fue en fases muy concretas. Los mejores minutos azulgranas llegaron en el tercer cuarto en el escenario más complicado. Cuando más controlado parecía tener el partido el Tenerife, con un Huertas imperial, fue cuando llegó la esperanzadora reacción azulgrana con la entrada de Bolmaro y sobre todo de Pau Gasol Con 12 puntos abajo (51-39), la leyenda azulgrana ejerció su particular magisterio, encadenando un par de rebotes ofensivos, un triple y sumando nueve puntos para dar aire a su equipo ante el último periodo (58-55).
El Tenerife, sin embargo, volvió a ponerse en manos de su pareja mágica en los minutos decisivos, para que Huertas y Shermadini acabaran el excelente trabajo previo frente a un Barça excesivamente espeso en ataque y que no consiguió igualar el nivel de energía y motivación de su rival.