Se ha acabado el descanso
El actual Gobierno de Barcelona lleva tiempo anunciando un centro de la ciudad con menos coches, con manzanas para los ciudadanos, en definitiva, una ciudad que premia la calidad de vida. Pues calidad de vida es lo que hemos vivido los vecinos de la Barceloneta, de Gràcia, del Gòtic y del Eixample durante la restricción de horarios en la pandemia, porque por primera vez en décadas hemos podido elegir la hora a la que nos íbamos a dormir.
Me resulta chocante que el ayuntamiento dé tan poca importancia al descanso nocturno de sus ciudadanos, pues nunca deberían permitirse horarios de apertura de bares o restaurantes más allá de la medianoche. Si estos meses he podido conciliar el sueño antes de las once de la noche (me levanto a las seis de la mañana) esto se ha terminado. Gente bebiendo sin parar en terrazas, más gritos, más conversaciones ruidosas, más personas que se quedan flanqueando la puerta del bar, una vez cerrado, para seguir con sus conversaciones etílicas que muchas veces son gritos que rompen el silencio.
Queremos mirarnos en el espejo europeo, pero a la hora de la verdad seguimos sin aprender nada. La mayoría de vecinos del centro preferirían poder conciliar el sueño por la noche antes que tener una supermanzana peatonal al lado de su puerta.
nmo una vivienda? ¿Así quieren que se mantengan los negocios de barrio? Necesitamos una solución, es insostenible tener que pagar tres euros la hora mientras estás trabajando. Espero que nos ayuden y podamos tener alguna solución. Solo queremos trabajar, y más en la situación que hemos vivido y estamos actualmente.
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