‘God’s footballer’
Inglaterra
Con solo 23 años, Peter Knowles era la estrella indiscutible del Wolverhampton Wanderers FC. Pese a arrastrar un desdichado historial de lesiones y a militar en una equipo de aspiraciones más bien modestas, el joven delantero se había consolidado como uno de los futbolistas más prometedores del campeonato inglés gracias a su habilidad para manejar el balón con las dos piernas, a su capacidad anotadora y a su inteligencia a la hora de elegir el pase idóneo. Al término de la temporada 19681969, Bill Shankly intentó sin éxito reclutarlo para el Liverpool y todo el mundo daba por hecho que el jugador de los Wolves sería uno de los elegidos por el seleccionador Alf Ramsey para defender el título en el Mundial de 1970. Pero Dios tenía otros planes para él. Peter Knowles no estuvo en México porque meses antes del inicio de la Copa del Mundo abandonó el fútbol y empezó a trabajar repartiendo leche por los comedores escolares y limpiando ventanas.
En aquel verano de 1969, el Wolverhampton había enviado a un grupo de jugadores a EEUU para disputar una miniliga de exhibición. Allí, Knowles marcó cinco goles y, mucho más importante, tomó una decisión que iba a cambiar su vida y la historia del club: convertirse en testigo de Jehová. A su vuelta, al poco de iniciarse la temporada, se acercó un día al entrenador Bill McGarry y le comunicó que al cabo de seis semanas iba a dejar el equipo. «He perdido la ambición -explicó-.
En los partidos que restan voy a esforzarme al máximo, pero necesito tiempo para