Los barrios del 22@ se pronuncian sobre su futuro en un referéndum
Los vecinos mayores de 16 años del distrito de Sant Martí afectados por el plan urbanístico están llamados a pronunciarse en una consulta organizada por el Sindicat de Barri El Nus.
Una de las campañas vecinales más ambiciosas de la última década en el distrito de Sant Martí vivirá su momento álgido este fin de semana. Nueve puntos de votación ubicados en los distintos barrios afectados por el plan urbanístico del 22@ –El Parc i la Llacuna del Poblenou, Vila Olímpica, Diagonal Mar, Provençals del Poblenou, Poblenou y Besòs-Maresmerecogerán la opinión de sus vecinos sobre la modificación del plan en un referéndum organizado por el El Nus, Sindicat de Barri del Poblenou, con la complicidad y el apoyo de una parte muy importante del tejido asociativo y vecinal del territorio.
Durante los últimos días, un grupo de voluntarios ha repartido 30.000 tarjetas censales, prácticamente domicilio a domicilio, en las 51 áreas –las mismas que en unas elecciones oficiales– llamadas a votar. Un territorio amplio y diverso –del Besòs a Diagonal Mar– que para los organizadores de la consulta era muy importante cuidar palmo a palmo. El objetivo de las tarjetas, de hecho –las mesas funcionarán con un censo universal–, era dar a conocer la propia consulta, situando el debate sobre el futuro de sus barrios en la agenda, objetivo final de la movilización. La pregunta planteada es: «¿Estás de acuerdo con parar el actual plan del 22@ y su inminente modificación, que ponen por delante la construcción de oficinas y hoteles, y que se haga una modificación que priorice la preservación de la vivienda y el patrimonio existente, la construcción de vivienda protegida, el impulso de la industria y la producción local y la creación de zonas verdes y equipamientos? ¿Sí o no?».
Superar la participación
Las urnas estarán colocadas y abiertas hoy por la mañana y mañana domingo durante todo el día. La organización dará a conocer mañana por la noche el resultado en un acto en la Rotonda del Casino, epicentro de la Rambla del Poblenou. Siguiendo el espíritu de la consulta del 9 de noviembre de 2014, lo importante de la misma –obviamente no vinculante, ya que la ha organizado el tejido popular al margen de las instituciones– no es tanto el resultado –evidentemente, la inmensa mayoría de los participantes votará por otro modelo de ciudad–, sino el número de participantes. Para Albert València, miembro activo de la organización, una participación superior a las mil personas, que fueron las que acudieron en el proceso de participación municipal Repensem el 22@, del que salieron muy decepcionados, sería un éxito.
Más allá del impacto que la consulta pueda tener en el ayuntamiento –cuya intención es aprobar tras el verano el nuevo plan urbanístico para la zona–, València subraya que lo importante es concienciar al barrio sobre qué supone el plan y unirlo. Se trata de evidenciar en la calle una reivindicación que lleva 20 años latente y que tiene muchos años por delante, ya que actualmente se ha desarrollado poco más de una cuarta parte de todo el plan.
El Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha en septiembre de 2020 el proceso de modificación del Plan General Metropolitano (PGM) en este ámbito para añadir más pisos. Fue «un consenso», a ojos de la concejala de Urbanismo, Janet Sanz, quien valora «muy positivamente» la organización de la consulta por parte de los vecinos.
La afirmación de Sanz se ajusta a la realidad. Tanto los vecinos organizados como el partido de la teniente de alcalde consideran que el principal problema del plan vigente en la zona es que necesita más vivienda. Lo que sucede es que los vecinos organizados consideran que la modificación del plan para hacerlo «más barrio» es tímida e insuficiente y quieren un plan nuevo desde cero: con más viviendas y menos oficinas y hoteles, la semilla del actual plan.
El número de viviendas previstas en el planteamiento inicial era de 9.300. Ahora, con el nuevo PGM –que se prevé aprobar este otoño–, serán 15.800. De estas, dos terceras partes deberán ser a precios asequibles y, del total, un tercio lo tendrán que ser en régimen de alquiler.
El objetivo de la consulta es hacer una enmienda a la totalidad sobre el actual modelo