Las consultas a psiquiatría desbordan la asistencia primaria
Las visitas urgentes con el psiquiatra del CAP se duplican y hacen aumentar las listas de espera de Catalunya La demanda incrementa la presión en las urgencias psiquiátricas de los hospitales Ocurre en más zonas de España
Las derivaciones urgentes al psicólogo o psiquiatra desde el médico de cabecera se han doblado en los últimos meses debido a la pandemia de covid-19. Como consecuencia de ello, algunos centros de atención primaria (CAP) de Catalunya ven cómo los tiempos de espera para una visita con un profesional de salud mental se dilatan demasiado.
¿Cuánto? No se sabe, porque la Conselleria de Salut no ofrece cifras al respecto, pero fuentes del departamento aseguran estar trabajando en un registro para recoger cuánto tardan las derivaciones desde el CAP a los centros de salud mental para adultos (CSMA) o infanto-juveniles (CSMIJ).
Sin embargo, dan cuenta de ello los trabajadores. «Al crecer las derivaciones urgentes, hay más dificultades para cumplir con el tiempo de espera garantizado», explica Berna Villarreal, presidenta de la Associació Catalana de Professionals de Salut Mental (ACPSM).
Más urgencias
Villarreal precisa que la situación es «muy heterogénea» en el territorio, por lo que no se pueden ofrecer «datos generales» sobre listas de espera en salud mental. Pero es una situación, certifica, que está ocurriendo no solo en Catalunya, sino también en muchas zonas de España. Con la crisis sanitaria, ha aumentado la demanda de atención de la salud mental en toda la población, pero sobre todo en adolescentes y jóvenes.
Un médico de cabecera puede derivar al paciente a un psicólogo o psiquiatra (del CSMA o CSMIJ, aunque estos también se desplazan al CAP) con carácter ordinario, preferente o urgente. Para las visitas ordinarias, el tiempo máximo de espera son tres meses. Para las preferentes, el máximo son entre 10 y 15 días. Para las urgentes, 24 o 48 horas. Según Villarreal, están aumentando todas las derivaciones, pero especialmente las preferentes y las urgentes. En concreto estas últimas se están «doblando» en algunos servicios. «Así se empieza a colapsar el sistema, al forzarse las agendas de los equipos». Y no solo eso: las situaciones que están llegando son «más agudas».
La Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (Camfic) certifica que en los CAP está habiendo «más derivaciones» a los servicios de salud mental porque «hay más casos nuevos, las personas que ya estaban en tratamiento han empeorado y faltan profesionales» en esta área.
Ocurre, además, que el covid19 ha hecho que gran parte de la atención de los médicos de familia sea telefónica. «Es difícil la valoración de este tipo de consultas, especialmente si el médico no conoce al paciente y su situación. Este puede ser uno de los motivos por los que aumentan las derivaciones. Y el sistema se va colapsando», insiste Villarreal.
Más sufrimiento
Esta profesional de la salud mental matiza que lo que se está viendo ahora es más sufrimiento psíquico y social. Las personas sufren como reacción natural a la situación pandémica, pero ello no necesariamente derivará en un tras
Salut no publica cifras sobre listas de espera en este servicio, pero dice estar trabajando en un registro
La sustitución de la presencialidad por la atención telefónica aumenta la derivación al psicólogo
torno. «Si ahora trabajamos para ayudar a esta población que está sufriendo, no tendrían por qué aumentar los trastornos», dice.
Aunque el malestar es general, este se hace «más evidente» en la población infanto-juvenil, y especialmente en las chicas. Aumentan los trastornos de la conducta alimentaria y los gestos autolíticos en niños y adolescentes. «Expresan a través del cuerpo su dolor psíquico», dice Villarreal. Y aumenta la agresividad en las familias, en la calle y en las escuelas.
Más presión hospitalaria
Hay otro factor que resulta indicativo de cómo están los servicios de salud mental de la atención primaria: las urgencias hospitalarias. «Nosotros estamos viendo mucha más presión en las urgencias y unidades de agudos, lo que quiere decir que muchos casos que habitualmente se resolvían en los CSMA o CSMIJ ahora tardan más, carecen de un abordaje específico y estas personas vienen a Urgencias», explica el psiquiatra Narcís Cardoner, presidente de la Societat Catalana de Psiquiatria i Salut Mental de la Acadèmia de Ciències Mèdiques. Cardoner constata que las personas que llegan están peor porque «hay una demora».