Macron y Le Pen miden sus fuerzas en las regionales
El partido del presidente busca implantarse en el territorio y el ultra, llegar a gobernar
Hoy los franceses acudirán a las urnas para participar en los comicios regionales y departamentales. Dos escrutinios aplazados por la pandemia cuya repercusión va más allá de la renovación de los consejos de las colectividades locales; se trata de los últimos plebiscitos antes de las elecciones presidenciales de 2022.
Con una ínfima implantación territorial, el partido presidencial, La República En Marcha (LREM), podría sufrir un importante descalabro en la recta final del quinquenio. El día 27 de junio, tendrá lugar la segunda vuelta.
En un país tan centralizado como Francia, las elecciones regionales no tienen una trascendencia política de envergadura. Doce regiones metropolitanas y dos de ultramar, Guadalupe y Reunión, celebran los comicios regionales. Regidas por las mismas reglas, pero con otro nombre, en Córcega, Martinica y Guayana, los electores están llamados a participar en las elecciones territoriales.
Entre las competencias de los consejos regionales aparece su participación en el desarrollo económico, la planificación regional, la gestión de la formación profesional y de los centros de enseñanza secundaria. Por su parte, los departamentos son responsables de la acción social como la asistencia a menores, a mayores o a discapacitados. La diplomacia o la legislación está en manos, única y exclusivamente, del Estado.
Estos comicios serán un último test clave antes de las presidenciales del año que viene
Cordón contra la ultraderecha
En las últimas elecciones regionales de 2015, el Partido Socialista (PS) consiguió hacerse con cinco regiones, la formación conservadora Los Republicanos (LR) obtuvo siete y los nacionalistas se impusieron en Córcega. La extrema derecha liderada por Marine Le Pen, a la cabeza de seis regiones en la primera vuelta, no logró alzarse con el gobierno de ninguna gracias a la movilización de un cordón sanitario que consiguió frenar el avance de los ultraconservadores. La formación lepenista nunca ha conquistado una región a pesar de su fuerte progresión. La derecha y sus aliados dominan hoy 66 consejos departamentales.
¿Conseguirá la extrema derecha romper el techo de cristal? ¿Logrará la formación macronista, inexistente en 2015, implantarse a nivel territorial? Los resultados de los comicios deberán aclarar ambas cuestiones, esenciales cara a la carrera hacia el Elíseo que, según vaticinan los sondeos, estará protagonizada por un duelo entre Le Pen y Macron.
La repercusión de estos plebiscitos no se limita únicamente a Reagrupación Nacional (RN) y La República En Marcha. A menos de un año de las elecciones presidenciales, la izquierda y la derecha tradicional también deberán probar su capacidad para unir a sus filas y convencer al electorado. El ejercicio será especialmente importante para los conservadores Xavier Bertrand (Hauts-de-France), Valérie Pécresse (Ile-deFrance) y Laurent Wauquiez (Auvergne-Rhône-Alpes), todos ellos eventuales candidatos a la jefatura del Estado en 2022.
Con la crisis sanitaria muy presente, la participación será determinante. En la última cita con las urnas, en la segunda vuelta de las elecciones locales del 28 de junio de 2020, en plena pandemia, menos del 42% de los electores ejercieron su derecho a voto.