Con Gerard Moreno tampoco
La titularidad del catalán era un clamor que Luis Enrique atendió y, de su mano, llegó el gol de Morata y la pacificación momentánea de los reproches, pero el del Villarreal generó y falló la mejor opción de revertir el empate polaco y, al final, vuelven
Una vez superada la crítica preventiva tras la publicación de la lista de convocados, no había mayor demanda entre los aficionados descontentos con el seleccionador que la necesidad de que Gerard Moreno fuera titular. Por una vez, y sin que sirva de precedente, coincidió la decisión de Luis Enrique con el clamor popular, y el resultado fue que, el otro gran destinatario de los reproches de la afición, Morata, encontró el ansiado gol. «Me da igual marcar, hemos empatado», reaccionó el delantero después del partido.
Mientras el madrileño y entrenador celebraban juntos, en segundo plano estaba el culpable de haber mitigado y solventado los focos de disensión en la selección, al menos mientras duró la victoria momentánea de España. «Morata ha hecho muchas cosas, bien, también en los anteriores partidos. El gol es una anécdota que le viene muy bien al delantero y yo me alegro de que haya marcado», insistió Luis Enrique. Luego apareció Lewandowski y el catalán forzó, y mandó al palo, la mejor ocasión para ganar que tuvo la selección. Eso fue antes de irse al banquillo y dejar sobre el campo a una selección que llegó mucho al área rival, pero estuvo un poco más lejos del gol. «Otro partido que se nos escapa. No sé qué más decir. Hemos tenido ocasiones para ganarlo, pero el fútbol es así», reconoció un abatido Morata en Telecinco.
Malas sensaciones
No empató España e incluso con el seleccionador atendiendo las plegarias populares, a Luis Enrique le salieron las cosas. Ahora los focos de disensión se trasladan a la debilidad defensiva, desquiciada ante un solo jugador, pero también van a seguir sobre un Morata que dejó escapar dos ocasiones en la segunda parte, y ante las decisiones de un Luis Enrique que, teniendo que marcar para ganar, terminó el partido sin ninguno de sus dos delanteros.
Después del segundo empate en dos partidos, las sensaciones que le quedan a España tienen más que ver con la frustración que con la ilusión, y el reto es llegar con la obligación de ganar a la última jornada. «La parte positiva es que dependemos de nosotros y lo vamos a afrontar como una final», reconoció Rodri. «No tengo las mejores sensaciones. Hemos sido superiores, pero no lo suficiente», dijo Luis Enrique.
La exigencia que le hacía la afición a Luis Enrique era que Gerard Moreno fuera titular, con o sin Morata, y la demanda estaba más que justificada: porque con el
Villarreal ha sido el delantero nacional más goleador, con 30 tantos entre la Liga y la Europa League, además de que terminó el curso en su club en un estado de forma envidiable, el mismo que puso en escena en su primera titularidad en la Eurocopa, levantando un título europeo.
Gerard aportó todo lo que el seleccionador le pide a un extremo: amplitud, velocidad, desborde e intensidad, pero el delantero del Villarreal coopera, con el idilio que tiene esta temporada con el gol, en esa labor ejecutora de en la que España acumula problemas.
El atacante de Santa Perpètua de Mogoda es una ayuda inestimable para Morata, además de asistente involuntario en el gol que redimió al madrileño, es otro foco de peligro en el área rival, una opción para el remate tan dañina como la mejor de una selección sin demasiada finalización. Además, el punta hizo mejores a todos los que jugaron en sus cercanías, desde Morata hasta un omnipresente Llorente, eso mientras estuvo sobre el césped. «Es verdad que los últimos minutos han sido peores para nosotros», reconoció Sarabia.
n«Que haga el equipo que le dé la gana» (por cierto, me había olvidado el acento en ‘dé’ y me lo puso amablemente), por dudar de la sele. Y yo le expliqué que no dudaba de la selección, que dudaba de Luis Enrique por la convocatoria que había hecho, por el poco cariño que tiene a la prensa y por lo que los catalanes llamamos tarannà. Ya me entienden.
Llegamos tarde
Digo que se tomen su tiempo porque Lucho irá redondeando el equipo. El primer día no puso al mejor goleador español (Gerard Moreno) y, el segundo día, lo puso y lo quitó, ¡que manda huevos! Ahora solo falta que llame a Sergio Ramos (por cierto, me ha dicho un pajarito que igual ficha por el Bayern de Múnich) para que al joven Laporte no le hagan la pirula de novato que le hizo ayer Robert Lewandowski en el gol polaco. Luego, ya que no ha llamado a Jesús Navas, igual mete al campeón de Europa Azpilicueta para dejar de maltratar a Marcos Llorente en el lateral derecho y adelantarlo a la posición donde ha sido campeón y elegido el MVP de LaLiga... pero me temo que ya llegamos tarde.
Todo empieza por la autocrítica y no sé yo si Luis Enrique se dice la verdad cuando se mira al espejo. Lo de «Morata y 10 más» tiene su gancho, es como lo de la lona de Joan Laporta frente al Santiago Bernabéu, pero, luego, sale Morata mete uno y falla dos o tres cantados: el rechace del palo, en el penalti de Gerard Moreno, era gol y se fue a la Giralda. Lo siento, pero es difícil identificarse con esta selección. Voy a repasar que no me falte ningún acento.
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