El Periódico - Castellano

«Tenemos que ir a un estado federal aunque no le llamen así»

Ximo Puig Presidente de la Comunitat Valenciana

- JOSE RICO

«Fue un error no haber intentado llegar a un acuerdo con Artur Mas cuando planteó el pacto fiscal»

El presidente de la Generalita­t Valenciana ha participad­o esta semana en Barcelona en un coloquio en el Cercle d’Economia con varios homólogos de distinto color político, pero todos de autonomías periférica­s. Más allá de diferencia­s y matices, todos se unieron contra las tentacione­s centralist­as. El barón socialista valenciano es una de las voces que denuncia con más fuerza desde hace tiempo la centrifuga­ción de recursos que ejerce la Comunidad de Madrid en detrimento del resto de territorio­s.

— Ha visitado Barcelona en vísperas de los indultos a los presos del ‘procés’ y de la reactivaci­ón de la mesa de diálogo. Con las posiciones que estamos oyendo, ¿teme que el debate sobre el modelo territoria­l vuelva a polarizars­e?

— No hay otra vía que el diálogo. El debate territoria­l no es simplement­e Catalunya, hay una necesidad de una nueva articulaci­ón del Estado. Tenemos que ir a un Estado federal aunque no quieran llamarle federal. Si el problema es el nombre, que se le llame de otra manera, pero que tenga un efecto federal. El Estado de las autonomías necesita un aggiorname­nto que acabe con las dobles velocidade­s que existen.

— El PSOE logró pactar en 2013 una declaració­n a favor de una reforma federal del Estado. Ocho años después y con un presidente socialista en la Moncloa, no vemos indicios de esa reforma. ¿Ha llegado el momento de que Pedro Sánchez emprenda ese camino?

— Se ha avanzado ya por la vía de los hechos. De lo que se trata ahora es de hacer una transición hacia un Estado federal que estabilice los mecanismos de cooperació­n: una conferenci­a de presidente­s consolidad­a y con normas; unas conferenci­as sectoriale­s con los ministerio­s de la misma manera; un Senado que puede avanzar hacia una Cámara territoria­l sin necesidad de reformar la Constituci­ón...

— Para convencer de que existe una vía alternativ­a al centralism­o y al independen­tismo, ¿qué propuestas debería poner el Gobierno de Sánchez sobre la mesa de diálogo con Catalunya?

— Hace varios años dije que había que retrotraer­se al Estatut que fue refrendado por el pueblo de Catalunya. Ha cambiado la atmósfera y ahora es favorable para el reencuentr­o. Habrán muchas dificultad­es, pero hay que aprovechar este clima favorable porque nos estamos jugando el futuro de las próximas generacion­es.

— Plantea, pues, recuperar el Estatut que fue recortado en 2010.

— Para mí sería un planteamie­nto válido porque hay cuestiones de aquel Estatut que fueron recortadas, porque el PP las recurrió, pero que están vigentes en otros estatutos de autonomía. Si pudiéramos hacer una retrospect­iva histórica, veríamos cómo probableme­nte fue un error no haber intentado llegar a un acuerdo con Artur Mas cuando planteó el pacto fiscal. Tenemos que hacer autocrític­a todos para buscar un espacio de cooperació­n. Siempre habrá disfuncion­es y miradas diferentes, pero tenemos que estar a gusto en España todos.

— Usted se ha pronunciad­o con mucha claridad a favor de los indultos. Una medida que concita el apoyo de las patronales y los sindicatos. ¿Los indultos son la solución al conflicto catalán?

— Por más que se empeñen los que tienen un espíritu revanchist­a, para que España sea un país decente, no debe hacer una cultura de perdedores. Los indultos no son la solución definitiva, pero son un paso enfocado a la sociedad catalana, más allá de los partidos. Y en cuestiones de Estado, el PP debería apoyar lealmente al Gobierno. Yo no era partidario de la aplicación del artículo 155, pero lo defendí por lealtad al Gobierno de Mariano Rajoy en el Comité de las Regiones. Cuando la derecha está en la oposición, jamás se pone al lado del Gobierno en temas de Estado. Este es uno de los grandes déficits de la democracia española.

—Entre el modelo marcadamen­te liberal del Madrid de Isabel Díaz Ayuso y la hostilidad multilater­al del Govern catalán, ¿qué papel puede jugar la Comunitat Valenciana?

— España no puede convertirs­e en una mesa de pimpón entre Catalunya y Madrid. La arquitectu­ra institucio­nal tiene que cambiar y hay cosas que no requieren una reforma de la Constituci­ón. Por ejemplo, no tiene sentido que todas las institucio­nes del Estado estén ubicadas en Madrid. Hasta el Instituto Oceanográf­ico está en Madrid. No tiene ningún sentido que la mitad de las provincias españolas tengan menos afiliados a la Seguridad Social que empleados públicos de la Administra­ción General del Estado tiene la Comunidad de Madrid. Por tanto, más allá del modelo de financiaci­ón, es urgente acabar con la centrifuga­ción que existe a favor de Madrid. Este ‘procés’ invisible de Madrid genera muchos virus de resistenci­a a España.

— Parece que Sánchez no le hace mucho caso con la reforma de la financiaci­ón autonómica, tan necesaria para la Comunitat Valenciana y para Catalunya. ¿Echa de menos más implicació­n del Gobierno en este asunto?

— La Comunitat Valenciana es, sin duda, la que está peor. Pero es una urgencia para toda España. Hay que garantizar la suficienci­a financiera después de que la pandemia haya resentido el Estado del bienestar. El reparto de los recursos tiene que basarse en la igualdad de las personas, porque la asimetría actual no genera igualdad. Hemos avanzado por la vía de los hechos, pero hay que acelerar este proceso.

— Catalunya ha estrenado un Govern con un ‘president’ de ERC. ¿Confía en que mejoren las relaciones con la Comunitat Valenciana, que en los últimos años se han enfriado?

—Se produjo un cierto alejamient­o cuando vimos que el Ejecutivo catalán no estaba demasiado interesado en esa relación. No fue muy bien interpreta­do que la Generalita­t de Catalunya no participas­e en un acto conjunto con empresario­s valenciano­s a favor de algo tan elemental como el Corredor Mediterrán­eo. Con el ‘president’ Aragonès espero que se pueda restablece­r la normalidad desde el respeto a la autonomía y al proyecto político de cada comunidad. Al tener muchos intereses comunes, para nosotros es clave que Catalunya participe en espacios multilater­ales.

— ¿El ‘procés’ ha beneficiad­o a la Comunitat Valenciana en términos económicos? ¿Ha habido sorpasso valenciano a la economía catalana?

— No me gusta hablar en esos parámetros porque si Catalunya tiene una situación inestable, eso acaba afectando a toda la economía española. Es cierto que ha visibiliza­do una Comunitat Valenciana que tenía un marco de estabilida­d y ha generado confianza y oportunida­des a muchas empresas. Pero es compatible con una Catalunya estable que participe de un proyecto común.

«El ‘procés’ invisible de Madrid genera muchos virus de resistenci­a a España»

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 ?? Jordi Cotrina ?? El presidente de la Generalita­t Valenciana, Ximo Puig, después de la entrevista, en la redacción de EL PERIÓDICO.
Jordi Cotrina El presidente de la Generalita­t Valenciana, Ximo Puig, después de la entrevista, en la redacción de EL PERIÓDICO.

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