Entre dudas y a regañadientes
La falta de información sobre los indultos mantiene en vilo a los presos del ‘procés’, que tratan de mantener la cabeza fría ante su próxima excarcelación. Algunos abogados sitúan la salida de prisión en agosto ante los trámites judiciales que deberán cumplirse tras la aprobación de la medida de gracia.
Los presos del ‘procés’ viven estos posibles últimos días entre rejas con un mantra: cabeza fría. Sus vivencias, sus tres años de cárcel, las entradas y salidas debidas a las interpretaciones y reinterpretaciones de los beneficios penitenciarios, las pugnas entre independentistas, los avatares familiares, la compleja convivencia –todo hay que decirlo– entre algunos de ellos, suman motivos para la angustia. Esto es lo que sucede a nivel personal y emocional. Sucede que mantienen la cabeza fría al tiempo que no pierden oportunidad para preguntar a sus abogados por las posibilidades reales de salir en libertad. El cuándo y el cómo.
En cuanto a los tiempos, uno de los letrados recomienda a su patrocinado que no haga planes ni cábalas y piense más en el mes de agosto que en la inmediatez. Una manera de apartar la ansiedad de las mentes de los dirigentes presos, que responde también a la falta de información veraz sobre los planes exactos del calendario de Pedro Sánchez y su Gobierno.
Burocracia judicial
Hay que tener en cuenta que tras la decisión del Consejo de Ministros, el Tribunal Supremo deberá llevar a cabo el cálculo de los días que representan los indultos parciales, lo cual puede acarrear también cierta burocracia judicial, y no hay una plazos legales establecidos.
Otro motivo de especulación que ha llegado al interior de las celdas es el cómo. La reversibilidad anunciada sobre las medidas de gracia lleva a algunas reflexiones. Un ejemplo: si la condena al ‘exconseller’ Josep Rull se basó, entre otras cuestiones, en unos tuits, ¿podrá en el futuro un Gobierno de distinto color político anular indulto si escribe nuevos tuits que puedan ser considerados delictivos? ¿Cuál es la vara de medir de la reversibilidad?
Políticamente, en el campo de Junts no hay nada previsto. En parte, también por la falta de información cierta sobre el calendario y porque la gestión política de JxCat de esta decisión pasa por no celebrarla y agradecerla, sino por reiterar la exigencia de amnistía a todos los encausados del ‘procés’ y mantener una posición muy crítica con el Gobierno. Y también por un factor determinante: el ‘expresident’ Carles Puigdemont, líder del partido, y los ‘exconsellers’ Clara Ponsatí, Toni Comín y Lluís Puig, seguirán en el extranjero. Su causa seguirá abierta.
Eso sí, es fácil detectar cómo el discurso de los presos, entre otros Jordi Sànchez, se mantiene en la autoafirmación sobre sus convicciones ideológicas, pero se evitan expresiones categóricas como las de Jordi Cuixart («Lo volvería a hacer») y se mantiene una gran prudencia que responde al mantra comentado antes: cabeza fría.
En paralelo, la movilización en las calles está servida, pero no precisamente para celebrar los indultos. Desde Òmnium Cultural centran sus esfuerzos en la amnistía y hoy irán al Congreso de los Diputados a registrar las firmas que han recabado a través del derecho de petición, tras el portazo reiterado de la Mesa de la Cámara baja a debatir sobre este asunto.
La concesión de la medida de gracia no altera el calendario de la entidad que preside Cuixart, porque defienden que el perdón es una solución individual y cortoplacista, que no resuelve el conflicto político de fondo y que excluye al resto de «represaliados», ya sean los ‘exconsellers’ en el extranjero o los manifestantes con causas abiertas en los juzgados catalanes.
Conscientes de que la capacidad de agitación está en su mano, tras una pérdida progresiva de influencia movilizadora de la ANC, Òmnium tienen previstas varias acciones «en las que se volverá a hacer explícito» que su jefe de filas «seguirá ejerciendo los derechos fundamentales» por los que fue condenado. Es decir, se convocará de nuevo en las calles y harán una bienvenida a los presos cuando salgan de prisión.
La ANC
La ANC, sin embargo, no quiere oír hablar de los indultos porque, a su juicio, forman parte de un pacto entre los partidos independentistas y el Gobierno. No descartan alzar la voz, pero con un perfil más bien bajo y aferrado a la vía unilateral.
A nivel institucional, los partidos secesionistas buscarán una foto conjunta, pero lo cierto es que, hoy por hoy, la coordinación para responder a los indultos es prácticamente nula y se prevén citas por separado, más allá de las declaraciones institucionales que pueda hacer el Govern y el Parlament, aunque la respuesta desde la Cámara no podrá llamarse institucional por falta de unanimidad.
Òmnium prepara un acto de bienvenida y anticipa que Cuixart seguirá alentando movilizaciones El independentismo buscará una imagen de unidad pero por ahora carece de una respuesta conjunta