Fullería Emma Riverola & Josep Maria Fonalleras
El discurso de investidura de Isabel Díaz Ayuso contiene buena parte de las claves de ese populismo conservador que hilvana los puntos más dispares del planeta. Carga contra el aborto y la eutanasia (después de ostentar las cifras más lacerantes en pérdidas humanas por la pandemia), pervierte el sentido de la palabra libertad y simula defender a la clase trabajadora a costa de definir a los partidos de izquierdas como élites privilegiadas. Un discurso lleno de trampas y mentiras, de argumentos imposibles como defender la pizza para los niños vulnerables. Es el populismo del Brexit o de Trump, expuesto con esa exhibición de descaro y banalidad marca de Ayuso.
Al instante, Casado aparece un poco más débil, más desdibujado. Al instante, la izquierda tiene un poco más claro contra qué combate. Un adversario que se apuntaló con la crisis de la socialdemocracia y que se alimenta de los errores del sistema, de ese ultraliberalismo que ha desatado la desigualdad. Una denuncia fullera, que dice defender a las víctimas cuando solo quiere mantener y reforzar ese sistema injusto. Un discurso que desnuda las dificultades de la izquierda para plantarle cara, aportar soluciones y rescatar a sus víctimas. Dicen que Eduardo De Filippo escribió Filumena Marturano en 12 días. Es la misma «exhalación» que reclama Oriol Broggi para el montaje de la obra que ha estrenado La Perla 29, con una Clara Segura - como siempre - capaz de transitar de la comedia al drama en milésimas de segundo, y un Enrico Ianniello, actor napolitano, que encaja en todos los registros, los cómicos, con la precisión del gag, y los serios, con la trascendencia algo acartonada de quien observa como le cambia la vida. Porque De Filippo es esto, esta mezcla de comedia «feliz o triste, según las circunstancias», que termina dejando un olor de amargura justo después de haber reído con las ocurrencias de los pobres desgraciados que luchan a saber por qué: por la estricta supervivencia, para agarrarse a un mundo que ya no existe, para salir adelante, sencillamente. Como dice Broggi, la historia de Filumena Marturano es «un trozo de vida sin refinar», es aquel estallido – la exhalación – de la vida mineral, pura, en la que las pasiones y los deseos están a flor de piel.
Allí afuera, está el mundo, hostil. Y, aquí, contra el mundo, la mujer que lucha por la dignidad. Una madre coraje que vive del engaño para poder ser auténtica, real.