El Periódico - Castellano

Marc Márquez demuestra en Alemania que sigue siendo el Rey

Solo Marc Márquez Alentá, el joven que en el 2013 cambió las carreras, el modo de pilotar, la forma de ganar y dominar, podía lograr una gesta así. Y lo hizo en su jardin, en Sachsenrin­g.

- EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Lloró medio mundo. Se emocionaro­n los locutores, gritó su padre Julián, mamá Roser dio saltos en Cervera, su hermano Àlex se volvió loco en el corralito, su mánager Emilio Alzamora no sabía dónde meterse, Alberto Puig, su jefe y el tío que menos se emociona del mundo, gemía de placer, Takeo Yokoyama, el ingeniero japonés que le hace la moto, se secaba las lágrimas con la mascarilla, Santi Hernández, su ingeniero, caminaba mirando al cielo dándole las gracias a su madre por poder trabajar con el mejor (y lloraba, sí, mientras contaba en DAZN que «Marc se lo merece todo»), los periodista­s aplaudían en la sala de prensa y los demás, en casa, destrozába­mos los muelles del sofá dando saltos de alegría.

«Vivir con pasión»

Lo que ayer logró Marc Márquez en Sachsenrin­g (Alemania) no fue una victoria más. No fue su triunfo nº 83, ni su podio nº 135, ni siquiera su 11º paseó triunfal por el jardín de Sachsenrin­g donde lleva 11 años ganando, del 2010 al 2019, de 125cc a MotoGP. ¡Qué va! Fue una gesta de las más grandes del deporte. «Fue como cuando dieron por muerto a Rafa (Nadal), diciendo que ya no se levantaría, que tenía las rodillas destrozada­s, y volvió a ganar, una y otra vez, en Roland Garros», contó ayer el mismo Marc. «Estas cosas pasan cuando crees, cuando vives con pasión tu deporte, cuando esperas que tanto dolor, sacrificio y trabajo tenga su recompensa para todos. Para ti, para Honda, para tu familia, para los doctores, para tu equipo, para tus amigos, para los que se han acompañado en estos duros meses. Este triunfo es de demasiada gente como para no acordarme ahora de todos».

Márquez reconoció que era demasiado consciente de lo que se jugaba. Venía de tres ceros, había perdido la oportunida­d de dar el golpe en Le Mans. «No podía volver a fallar en mi circuito favorito». Quería trabajar todo el fin de

semana con presión «porque esa presión, a menudo, te hace estar atento y no cometer errores tontos». Hizo una salida increíble. «Del quinto al primer puesto en la primera vuelta, tras salvar a Aleix (Espargaró), que estaba cañón». Ya líder, empezó a llover poco. Lo

suficiente. «Me dije, Marc esto se está poniendo bien. Es tu momento, solo tú sabes arriesgar. Haz tres vueltas a muerte, que los demás no serán capaces de seguirte con estas gotitas. Lo logré, abrí hueco y, luego, vi a Miguel (Oliveira), pero me mentalicé de que no me iba

a coger. Y no me cogió, no». 581 días después, tres operacione­s, meses de sufrimient­o, de rehabilita­ción, de soledad, 21 grandes premios sin ganar Honda, se acabaron con todo el mundo en lágrimas. Volvió el Rey. Y los demás, lo saben.

 ?? Alejandro Ceresuela ?? El catalán Marc Márquez ayer, en Sachsenrin­g, donde demostró que es el mejor de todos los tiempos.
Alejandro Ceresuela El catalán Marc Márquez ayer, en Sachsenrin­g, donde demostró que es el mejor de todos los tiempos.

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