Inmersiones en Dalí, Gaudí y Magritte
El pasado otoño, cuando la segunda ola de covid avanzaba inexorable por Francia, bares y restaurantes cerraron, pero también los museos. París quedó despojada de ocio y cultura, elementos esenciales de su raison d’être.
Desde el 19 mayo, con la primera fase de la «vuelta a la normalidad», las pinacotecas recuperaron el pulso con variopintos y prometedores programas.
Tras meses de sequía cultural, una experiencia inmersiva parece ideal para olvidar la crisis. Consciente de ello, el Atelier des Lumières de París apuesta por una vuelta al ruedo a lo grande con obras de Salvador Dalí y Antoni Gaudí en su cartelera y con la música de Pink Floyd como telón de fondo: la exposición Dalí, el
enigma sin fin, repasa las creaciones del maestro catalán a través de un audiovisual proyectado en una sala de 1.300 metros cuadrados y 10 metros de altura. Tal experiencia llega acompañada de
Gaudí, arquitecto de lo imaginario,
una exhibición de diez minutos que homenajea al arquitecto recorriendo sus obras catalogadas como Patrimonio Mundial de la Unesco. Un viaje alucinante por el Park Güell, la Casa Batlló, la Casa Milà o la Sagrada Família.
Ciencia y arte
Con una muestra más tradicional pero igual de alentadora, el Museo de Orsay reabrió con la exposición Los orígenes del mundo, un repaso al descubrimiento del mundo natural en el siglo XIX combinando ciencia y arte. De la mano de elefantes, jirafas y rinocerontes, entre otros animales, plantas y destinos exóticos, busca mostrar la fascinación de los artistas ante los grandes descubrimientos. Una propuesta con numerosas referencias a nuestros días, incluida la obra Después del diluvio, de Filippo Palizzi, donde bajo un arcoiris, tigres, leones e hipopótamos amanecen aturdidos en un nuevo mundo. Así se sentirán muchos en esta desescalada tras más de un año de restricciones.
El Museo de la Orangerie se sumerge, en cambio, en el siglo XX con el surrealismo de René Magritte. Propone un recorrido por la obra del artista belga desde una perspectiva tan particular como desconocida: la influencia de Auguste Renoir.
Tampoco falta una propuesta del Pompidou, que rinde homenaje a las artistas. Ellas hacen
la abstracción se titula la exhibición que reúne las obras de más de cien mujeres desde el origen de la abstracción hasta los años 80, revalorizando su importantísima e invisibilizada aportación artística.