El mayor asesino en serie de la historia
El policía y escritor francés Olivier Norek sacude conciencias con el ‘thriller’ ecológico ‘Impacto’, donde reflexiona sobre «la revolución verde» y alerta de las consecuencias de la contaminación.
Adquirió, asegura Olivier Norek (Toulouse, 1975), «un muy afinado sentido de la justicia» en los 18 años en que, como capitán de la policía judicial francesa, se enfrentó en la banlieu parisina a «casos extremos, a violaciones y hasta a un caníbal». Luego se tomó una excedencia para escribir y sus frutos han sido los premiados Efecto dominó y Entre dos mundos. Luego se preguntó «si la ecología podía ser la base de una buena novela policiaca» y le aplicó los ingredientes del género. «La víctima, aquí, es la humanidad. La escena del crimen, el planeta. Y el policía que debe buscar al culpable es el lector». El resultado: Impacto
(Plataforma Editorial), un thriller
que sacude conciencias y plantea serios interrogantes sobre cómo castigar a un villano que se sale de la norma.
En él, un líder del grupo ecologista Green War secuestra y empieza a asesinar a los principales causantes de la contaminación a nivel mundial; el primero, el director de la petrolera Total. «La polución causa 20 millones de víctimas cada año. Es el equivalente a las víctimas civiles y militares durante la Primera
Guerra Mundial. Pero parece que estas cifras no suscitan ninguna reacción. Así que, como policía, me dije que debía perseguir al mayor asesino en serie de la historia: a los responsables de la contaminación atmosférica. Debería ser una obligación y hacerse en nombre de la justicia, pero parece que a nadie le importa», alerta Norek al tiempo que suelta que «por culpa de la polución, los parisinos ya hemos perdido de media de 5 a 7 años de vida». Por ello, cree que es más efectivo y llega a más lectores denunciar el calentamiento global a través de la ficción y con una novela de intriga que, por ejemplo, «con un ensayo de 600 páginas».
Calentamiento global
«No somos conscientes de las consecuencias del calentamiento global», lamenta. Para sensibilizar sobre ello alimenta la trama con pequeños relatos de hechos reales que están ocurriendo hoy en cualquier rincón del mundo, como que con el deshielo los osos polares se acercan a zonas habitadas buscando comida; los catastróficos incendios de Australia que cubrieron el cielo del planeta de cenizas; o las manadas de cocodrilos invadiendo casas en la India tras desbordarse los ríos.
«También cuento que la mitad de los millonarios norteamericanos se han hecho construir ya búnkeres en Nueva Zelanda porque son conscientes de lo que va a venir a corto plazo. Y recuerdo cuando en la Jungla de Calais aparcaron a 10.000 inmigrantes rodeados de perros, policías y gases lacrimógenos: pero con el aumento del nivel de las aguas, en los próximos años tendremos entre 250 y 500 millones de refugiados climáticos», augura quien teme «una guerra entre los que lo tienen todo y los que no tienen nada, algo que no querremos ver».
No le interesa la novela de acción clásica sino que en sus obras siempre hay, dominando a la trama negra, una «metatrama sobre temas contemporáneos que afectan a la sociedad». «El derecho del ser humano a defenderse es fundamental. Nadie puede quitárnoslo. Pero si ni la justicia ni ningún Gobierno me defienden de algo que me agrede debemos preguntarnos si tenemos derecho a defendernos por nuestra cuenta», plantea sobre la inacción de las administraciones ante los desafíos ecológicos.
Para el autor, cuyas novelas han vendido en Francia 800.000 ejemplares, «el problema es que es muy difícil no ceder en la tentación de horadar el planeta para extraer minerales fósiles cuando ello representa miles de millones». Pero apunta soluciones: «El billón de euros que se evaden al año en Europa a paraísos fiscales, un dinero que es de los ciudadanos porque viene de los impuestos, se podría invertir en la revolución verde», un proceso, según Norek, inevitable. «Si se empieza ya podríamos hacerla sin violencia y de manera ordenada. Si esperamos 10, 20 o 30 años será caótica, desigual y violenta. El mañana se defiende hoy».
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