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Explicamos qué es el DA+, el Derecho a un Acompañamiento Afectivo
Una iniciativa social pionera reivindica el Derecho al Acompañamiento Afectivo (DA+), o dicho de otra forma, el derecho a no estar solo. Para ello, voluntarios de Barcelona se han propuesto llevar esta iniciativa hasta las Naciones Unidas.
Todas las personas tienen derecho a relacionarse y a ser tratadas con afecto. Y que esta relación, consentida y entre iguales, sea libre, bilateral, directa y respetuosa”. Esta es la premisa y punto de partida de Som Base, una organización 2.0, basada en la economía y gestión colaborativa, que pone en el centro el reconocimiento del Derecho a un Acompañamiento Afectivo, el llamado DA+. En la sociedad actual nos hemos acostumbrado a la soledad pero hay quien de forma voluntaria está luchando por que se reconozca como un derecho que esto no sea así.
Hablamos con Maurici Blancafort, activista con una larga trayectoria en el mundo de la oenegé, abogado de profesión, que es uno de los impulsores de este movimiento surgido en Barcelona y pionero a nivel mundial. “Observando atentamente tu entorno te das cuenta que muchas personas pierden la capacidad de relacionarse. Diversos motivos lo explican: causas naturales, económicas, culturales, sociales, etc”, expone, y pone algunos ejemplos: ancianos, inmigrantes, sintecho, enfermos, presos. “¿Se puede vivir solo? Y si la respuesta es negativa, optar por estar acompañado, ¿no debería ser una opción natural, un derecho?”, se pregunta.
El hecho es que diversas ONG emprenden acciones para luchar contra la soledad no deseada de estos colectivos que, según Blancafort, “es la consecuencia de la falta de capacidad de socialización”. Pero, ¿tiene sentido “luchar contra”? ¿No sería más lógico ir “a favor de”?, se plantea. Y aquí es donde surge el movimiento DA+ en el barrio de Gràcia. “Es imprescindible construir una base legal que permita defender a las personas que padecen soledad no deseada con garantías”, sentencia Blancafort.
El primer paso para este movimiento está claro: El objetivo es el pleno reconocimiento del DA+ en la carta de las Naciones Unidas. Para llegar allí es necesario la complicidad de los Estados y, cuenta Blancafort, que es por ello que están trabajando para implantar el uso generalizado del concepto
DA+ y para la consecución de políticas activas de socialización, tanto a nivel local como internacional.
UN DERECHO. ¿Por qué consideran que el Derecho a un Acompañamiento Afectivo debe de ser reconocido como un derecho universal?- Le preguntamos a Maurici Blancafort. Nos responde que la carta de las Naciones Unidas del año 1947 no prevé ningún derecho humano de tipo relacional. “Si el hombre es un ser social por naturaleza, debe de reconocerse la capacidad de interactuar. La vinculación entre personas genera fortaleza y cooperación”, argumenta, y añade que “el destino de la condición humana es la comunidad”, citando a Aristó
b“¿Cuántas personas han muerto de soledad durante este tiempo de pandemia?” “El sentimiento humano, en estos momentos actuales, no cotiza en bolsa”
teles: “si un ser humano está solo, o es un Dios o una bestia”. Resumiendo: “Sin vida compartida, la mayoría de las personas no se realizan y es imposible ser feliz”, concluye Blancafort.
Nos encontramos ante el mal del siglo XXI, por lo menos en las grandes ciudades. “En otras sociedades no se contemplaban personas solas. Quien no seguía al grupo, quedaba fuera del sistema y abandonado a su suerte”, explica Maurici Blancafort y apunta que “afortunadamente, las sociedades modernas se preocupan por los más débiles y asisten a los más desfavorecidos en diferentes medidas en función de su evolución”. Se establecen mecanismos de asistencia y apoyo en el ámbito material.
No obstante, ya en el plano personal, la sociedad industrial tiende a estandarizar servicios y a desatender opciones individuales. “La persona topa con ‘el muro’ sistémico, que aísla y olvida generando ‘obsolescentes sociales’. Son personas que no pueden acceder a los canales relacionales y quedan desconectados del resto. “Esta situación, lejos de erradicarse, crece y se multiplica. El sentimiento de soledad es la pandemia del futuro”, puntualiza Blancafort.
SENTIRSE SOLO. “La soledad es un elemento subjetivo e, intrínsicamente, no es mala”, recuerda este activista. Puede ser temporal o crónica. Y esta última es la que genera mayor problema. Blancafort cita diversos estudios: en la última encuesta de La Caixa de 2019, un 40% de los mayores de 65 años padecen soledad emocional y un 29% soledad social. Según la Encuesta Continua de Hogares (INE), en el Estado español existen 4.732.500 de personas que viven solas, de las que 2.037.700 son mayores de 65 años. Respecto a la anterior encuesta (2017), esta última cifra ha crecido 3,9 puntos, lo cual indica que la soledad aumenta y crece con la edad. Desde la perspectiva de género, las cifras muestran que son las mujeres quienes la padecen en mayor medida.
EL EFECTO PANDEMIA. “Con la pandemia, hemos descubierto como sociedad que somos vulnerables y que cualquier día, si no cuidamos nuestro pequeño planeta, esto se acaba”, dice Blancafort. Una de las consecuencias sociales de la covid-19 ha sido que “las medidas de protección impuestas han incrementado nuestras dosis de soledad, y este sentimiento de verse encerrados en vida ha despertado conciencias”, indica el impulsor de la iniciativa DA+. “Muchas personas han quedado marcadas y aterradas. El caso más claro ha sido el que han vivido nuestros mayores. La tendencia general ha sido aislarlas en una habitación o en sus casas para preservar su salud. Pero se ha vulnerado el DA+ tanto de éstas como la de sus seres queridos”, sentencia. Blancafort se pregunta: ¿Cuántas personas han muerto de soledad durante este tiempo? ¿El derecho a la salud está por encima del DA+? ¿No debería de haber propuestas de socialización que permitieran que estas personas mantuvieran el contacto con el resto?.
Por ahora, el Ajuntament de Barcelona ha aprobado ya una Declaración Institucional reconociendo el DA+. Se ha desarrollado un primer borrador de una futura Ley del Acompañamiento Afectivo con el objetivo de presentarlo en el Parlament de Catalunya, donde se reconoce tanto el derecho DA+ pasivo (del acompañado) como el activo (del acompañante). En el ámbito legal, en breve se debatirá y aprobará una Propuesta No de Ley en el Congreso de Diputados, donde ya compareció este movimiento el pasado mes de febrero. También se presentará una Declaración Institucional en el Senado.