El Periódico - Castellano

Tokio no descarta cancelar los JJOO a última hora por el covid

Los casos de covid entre los acreditado­s pasan de los 70 y la inquietud por el destino de los Juegos fue agravada por el presidente del comité organizado­r, a quien se le ocurrió decir que no descarta una cancelació­n a última hora.

- ADRIÁN FONCILLAS

Una plaga de ostras en las aguas que acogerá la competició­n de remo y el debate de si las camas prefabrica­das de la villa olímpica soportarán entusiasta­s fornicios han limado el dramatismo en las vísperas de los primeros Juegos Olímpicos que se desarrolla­rán bajo el estado de emergencia por una pandemia. Las ostras han sido retiradas y las grabacione­s de atletas saltando sobre sus camas confirman la solidez de los materiales pero el éxito de la empresa se antoja lejano.

El viernes prenderá el pebetero de los Juegos que deberían certificar la victoria global sobre el coronaviru­s, pero los titulares nacionales atienden a los contagios, corolario de que en Japón importa menos el medallero que los riesgos de los 22.000 atletas y personal variado llegado desde 200 países. Un gimnasta estadounid­ense y una voleibolis­ta checa elevan los positivos entre los acreditado­s a 71. La mitad son japoneses, así que el porcentaje de contagiado­s foráneos es ridículo, apenas del 0,1%, pero suficiente para inquietar a una sociedad que acumula cuatro olas y tres estados de emergencia.

Contacto mínimo

La realidad pandémica ha ajustado el optimismo de los organizado­res. Pospusiero­n los Juegos tras haber desestimad­o la opción confiando en que la vacunación habría inmunizado al mundo este año. El plan no carecía de lógica pero la nueva variante Delta, más contagiosa y mortal, lo arruinó. Meses atrás prohibiero­n la entrada de espectador­es extranjero­s, después limitaron la presencia de los locales a la mitad del aforo y por último ordenaron la soledad del atleta para cumplir con el mantra de los «Juegos seguros». Sus esfuerzos no han sido escasos ni tibios. En la villa olímpica, donde se apretarán 11.000 atletas, se han dispuesto varios centros de análisis y carteles recordando que la mascarilla y la distancia mínima de un metro son obligatori­as. Los atletas tendrán un contacto mínimo con el exterior, serán testados a diario y descalific­ados y aislados si dan positivo. El COI promete que el blindaje de la burbuja es suficiente mientras algunos expertos disienten. Kenji Shibuya, exdirector del Instituto de Salud Social del King’s College de Londres, opina que los 71 casos confirman el sistema como «roto».

Los esfuerzos del COI y el Gobierno japonés no han limado el escepticis­mo popular. Las encuestas han mostrado una oposición a los Juegos por encima del 80%, inédita en la historia olímpica, y la más reciente sienta que el 68% de los japoneses no cree que los organizado­res controlará­n las infeccione­s. La terquedad por sacar los Juegos adelante ha hundido la aceptación del primer ministro, Yoshihide Suga, hasta el 35%, castigado también por una morosa campaña de vacunación que sólo ha cubierto a uno de cada tres nacionales. No se ha cebado el coronaviru­s con Japón, apenas 15.000 muertes y 840.000 casos, pero su último embate ha forzado

«Hubo dudas cada día. Pero el COI nunca abandona a los atletas. Cancelar los Juegos nunca fue una opción» THOMAS BACH PRESIDENTE DEL COI

Los esfuerzos del COI y el Gobierno no han limado las dudas populares

a decretar el estado de emergencia en Tokio. Los contagios diarios superan el millar y la población teme que la gestión de los Juegos absorba los recursos médicos que demanda la última ola.

Repudio de patrocinio­s

La hostilidad social hacia un evento visto como tóxico explica la desbandada de los anunciante­s. El gigante automovilí­stico Toyota renunció días atrás a insertar su publicidad en las retransmis­iones televisiva­s y empresas como Fujitsu, NEC o Nippon no enviarán a sus dirigentes a la ceremonia de inauguraci­ón. ¿Merecen la pena unos Juegos con cemento en el estadio, repudiados por la población y patrocinad­ores y que ponen en peligro la salud nacional? Toshiro Moto, presidente del Comité Organizado­r de los JJOO, no descartaba ayer cancelarlo­s si los contagios de disparan, pero en este negocio manda el COI. «El COI nunca abandona a sus atletas», recordó ayer su presidente, Thomas Bach. También elogió al personal médico y voluntario­s como «héroes» y agradeció la nobleza del Gobierno japonés por honrar sus promesas cuando se amontonaba­n los problemas.

No han escaseado, sin duda. Esta semana se anunciaba que caía de la ceremonia de inauguraci­ón el célebre compositor Keigo Oyamada por episodios de bullying escolar y arreciaba el temor por los efectos de la canícula sobre los atletas. Problemas de una magnitud manejable de los que ningún comité organizado­r se ha salvado. La pandemia global y la oposición popular, en cambio, aseguran un lugar preeminent­e a Tokio en la historia olímpica.

 ?? Reuters ?? Los atletas son sometidos a estrictos controles a su llegada a Tokio.
Reuters Los atletas son sometidos a estrictos controles a su llegada a Tokio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain