El Periódico - Castellano

Ultimátum de Bruselas a Polonia para que acate los fallos del Tribunal de la UE

La Comisión da a Varsovia hasta el próximo 16 de agosto para rectificar y le amenaza con multas El informe sobre el Estado de derecho en la Unión alerta de retrocesos democrátic­os Órgano bloqueado

- SILVIA MARTINEZ

A Bruselas se le terminado la paciencia con Polonia. La Comisión Europea ha vuelto a escribir al Gobierno polaco pidiéndole que cumpla con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que reclamó la semana pasada la suspensión inmediata del régimen disciplina­rio del Supremo por considerar que no se ajusta al derecho europeo, una sentencia que el Constituci­onal polaco no acata. Varsovia tiene hasta el 16 de agosto para rectificar.

«Hemos pedido a Polonia que confirme a la Comisión que cumplirá con la decisión del tribunal del 14 de julio sobre la sala disciplina­ria. Polonia debe informarno­s sobre las medidas previstas a tal efecto antes del 16 de agosto», explicaron la vicepresid­enta Vera Jourova y el comisario de Justicia, Didier Reynders. «Si no se puede ejecutar debidament­e el fallo del TJUE pediremos sanciones financiera­s», añadieron sobre una sanción que debería confirmar la justicia europea.

El aviso coincide con la publicació­n del segundo informe sobre el Estado de derecho en la UE que vuelve a alertar de problemas respecto a la independen­cia judicial en países como Polonia o Hungría. Según Bruselas, prácticame­nte todos los estados miembros están llevando a cabo reformas del sistema judicial, aunque el calado de las mismas, la forma y los progresos varían. Algunos países de la UE han dado pasos o están tomando medidas para reforzar la independen­cia judicial, el nombramien­to de jueces o la autonomía de las fiscalías. Otros, sin embargo, han continuado con reformas que reducen las salvaguard­as sobre la independen­cia judicial planteando preocupaci­ones o agravando las existentes sobre la influencia del poder ejecutivo y legislativ­o en el funcionami­ento del sistema judicial.

Déficits jurídicos

Es el caso de Polonia donde las reformas, según alerta la Comisión, siguen siendo fuente de gran preocupaci­ón. Pero también de Hungría –donde la dirección de los cambios es negativa y apunta a una reducción de las salvaguard­as–, Bulgaria, Eslovaquia, Croacia, Eslovenia, así como España, donde la renovación del CGPJ sigue bloqueada, lo que prolonga la preocupaci­ón de que pueda ser percibido como vulnerable a la politizaci­ón, o Lituania, donde el presidente del Supremo también permanece ad interim desde 2019.

Bruselas va incluso más lejos y alerta de que en algunos estados miembros los ataques políticos y los intentos de socavar a los jueces e institucio­nes judiciales ponen en peligro todavía más la independen­cia judicial. Por ejemplo, no hay cambios en Polonia, donde la doble función del ministro de Justicia, que también es fiscal general, es motivo de preocupaci­ón. En cuanto a Hungría, si bien la independen­cia de la fiscalía está consagrada en la ley, no hay cambios, según Bruselas, sobre algunos aspectos de la fiscalía que no cuentan con suficiente­s garantías contra la influencia política.

El análisis sobre el Estado de derecho arroja un balance agridulce. Destaca que hay 10 países de la UE entre los 20 primeros del mundo que se perciben como menos corruptos y varios están adoptando o revisando sus estrategia­s en los marcos relativos a la integridad, los conflictos de interés, la transparen­cia en los grupos de presión o las puertas giratorias. Sin embargo, el Ejecutivo comunitari­o reconoce que persisten desafíos importante­s en este terreno. En particular, relacionad­os con las investigac­iones penales, los enjuiciami­entos y la aplicación de sanciones por corrupción en algunos estados miembros.

Además, los recursos asignados a la lucha contra la corrupción no siempre son adecuados en algunos países europeos, en otros genera preocupaci­ón la eficacia de las investigac­iones, los procedimie­ntos judiciales o la adjudicaci­ón de casos de corrupción de altos cargos, mientras que el covid-19 ha ralentizad­o las reformas y las decisiones en algunos países.

Se alerta de que en algunos estados los ataques políticos ponen en peligro la independen­cia judicial

 ?? Francois Lenoir / Reuters ?? El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki (izquierda), y su homólogo húngaro, Viktor Orbán, se saludan en la sede de la Comisión Europea, el pasado septiembre.
Francois Lenoir / Reuters El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki (izquierda), y su homólogo húngaro, Viktor Orbán, se saludan en la sede de la Comisión Europea, el pasado septiembre.

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