Alemania estima en 2.000 millones los daños del temporal
El Gobierno aprobará hoy 400 millones en ayudas inmediatas para la reconstrucción
El paso de los días y los trabajos de limpieza van dejando al descubierto la dimensión de los destrozos generados por las inundaciones en el oeste de Alemania: carreteras y puentes intransitables, kilómetros de vías férreas –600 kilómetros, según la Deutsche Bahn– levantadas por las aguas, casas literalmente arrancadas de sus cimientos, viviendas en las que no ha quedado nada que rescatar, redes de telefonía, electricidad y gas que habrá que sustituir. Además de las pérdidas humanas –170 fallecidos en un recuento que no es definitivo porque sigue habiendo decenas de desaparecidos–, los gastos de reconstrucción serán millonarios.
Este cuadro se encontró ayer Angela Merkel en su segunda visita a las zonas afectadas. Tras acudir el pasado domingo a la localidad de Schuld, en el estado de Renania-Palatinado, la cancillera estuvo esta vez en el municipio de Bad Münstereifel, en Renania del Norte-Westfalia, donde estuvo acompañada por Armin Laschet, primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, presidente de la CDU y candidato democristiano para sustituirla en la cancillería.
La dimensión histórica de la catástrofe y su relación con el cambio climático –extremo que ya casi nadie pone en duda en Alemania– han provocado que Merkel asuma el liderazgo de la reconstrucción. Laschet, duramente criticado por haber aparecido riendo en una de las localidades barridas, ha quedado así en un segundo plano.
Merkel ha prometido ayudas rápidas para los afectados y para financiar una reconstrucción que llevará meses y que no tiene parangón en la historia reciente alemana. En el gabinete ministerial de hoy, el Gobierno federal aprobará previsiblemente 400 millones de euros en ayudas.
Las autoridades alemanas también se plantean dar luz verde más adelante a un fondo de reconstrucción millonario en el que también participarían los estados federados. Fuentes internas del Gobierno federal citadas por medios alemanes apuntan que los daños causados en las infraestructuras rondan los 2.000 millones de euros.
Mientras, no cesan las críticas al sistema de avisos de emergencia de la República Federal. Supervivientes de las inundaciones coinciden en criticar que las advertencias emitidas por la Oficina Federal de Protección Civil no llegaron a tiempo, que los mensajes de los bomberos fueron a veces incomprensibles y que el envejecido sistema de sirenas –que en parte se remonta a tiempos de la Guerra Fría– no sonó en algunas localidades.
Arrecian las críticas al sistema de avisos de emergencias del país por sus carencias en el diluvio