De Suárez a Casado pasando por Abascal
Ignacio Camuñas El exministro de UCD niega el golpe de Estado de 1936 y responsabiliza al Gobierno de la República de la Guerra Civil en un acto del PP y ante la pasividad de su presidente.
El PP organizó el pasado lunes en Ávila una jornada de preparación de la convención del partido sobre «concordia y Constitución». En ella, el líder de los populares, Pablo Casado, reunió en un coloquio a dos exministros: Rafael Arias Salgado, que ocupó carteras con Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo y con José María Aznar, e Ignacio Camuñas, que fue ministro para las Relaciones con las Cortes en el primer Ejecutivo de Suárez, de 1977 a 1979.
Durante su disertación, Camuñas abordó el tema de la memoria histórica y afirmó: «Si hay un responsable de la Guerra Civil directamente es el Gobierno de la República. Un golpe de Estado no es lo que ocurrió en 1936. Fue un enfrentamiento brutal entre dos sectores de los españoles y que se saldó con los daños propios de una guerra civil. Creo que es mejor olvidar el pasado y no seguir pretendiendo que la derecha es la culpable del 36, y de la Guerra Civil. Eso es mentira».
A su lado estaba Casado, que se mantuvo indiferente ante una tesis revisionista que revolucionó de inmediato las redes sociales. Ignacio Camuñas Solís (Madrid, 1940) es un hombre de derechas, aunque su militancia ha evolucionado entre partidos más o menos de derechas. De hecho, ha pasado de ser ministro del primer Gobierno de Adolfo Suárez,
a alto cargo de Vox y ahora se sienta con Casado en actos públicos. Camuñas también es presidente de honor del Foro de la Sociedad Civil, una asociación independiente de la que forman parte desde 2008 más de un centenar de personalidades para regenerar la vida democrática.
Este jurista, político y diplomático tiene una experiencia dilatada. Durante la Transición, participó en la creación de Unión de Centro Democrático en 1977, con el PDP, del que fue fundador y secretario general, adscrito a la Plataforma de Convergencia Democrática, formando el ala liberal ucedista.
Ocho meses en Vox
Hace siete años, en 2014, pasó a simpatizar en enero con Vox, aunque en septiembre abandonó la vicepresidencia que ostentaba. Al explicar su dimisión y su salida, el hasta entonces vicepresidente argumentaba que «responde a no querer participar en las luchas internas que se han desatado en el partido recientemente» y que, a su juicio, «carecen de sentido», porque no obedecen a planteamientos ideológicos ni de estrategia política.
Ya en 2018, empezó a mostrar su cercanía al PP de Casado, aunque discrepando de su estrategia hacia el PSOE, ya que, a su juicio, la gravedad de la situación creada por el independentismo catalán hacía ineludible «rescatar» al PSOE para alcanzar una entente de partidos constitucionales.