Protesta en Glòries por el amianto
Las familias de tres centros educativos exigen la retirada con carácter urgente de las cubiertas de fibrocemento del entorno de Glòries. Lo explican en un comunicado enviado a la sección Entre Todos.
Medio centenar de personas cortaron ayer el tráfico en la calle de Consell de Cent con EPI y portando pancartas con el mensaje El
amianto no tiene encanto. Fueron padres y madres de tres escuelas rodeadas de naves, muchas de ellas en estado de semiabandono, cuyos tejados desprenden fibras de amianto. El número de personas expuestas directamente, calculan la AFA Escola dels Encants, supera el millar contando únicamente el alumnado, de 0 a 12 años; y esta cifra se multiplica si se añaden padres, madres, profesores y demás vecinos. Después de 10 años de la primera denuncia de las familias de la Escola dels Encants, en la asociación sienten que todo sigue relativamente igual. «En los últimos dos años ha mejorado mucho la comunicación con el Consorci d’Educació i con el Distrito del Eixample, pero no vemos actuaciones definitivas, no avanzamos», explica a este diario una portavoz de la AFA Escola dels Encants, Bea Beza, integrante de un grupo de trabajo para tratar la amenaza del amianto.
Niños y adultos ocuparon ayer viernes la calzada de Consell de Cent, entre Castillejos y Cartagena, para visibilizar su descontento, hartos de buenas palabras y sobre todo tras conocer los resultados del último informe, elaborado en junio del 2021 y presentado a las familias de las escuelas –tras mucho insistir– el mes pasado. Este estudio, centrado en la nave situada entre los tres centros educativos, frente a los patios, concluye que en 20 de las 26 muestras realizadas en la superficie de la cubierta hay fibras de amianto. «Ya actuaron en esta cubierta con un encapsulamiento, una medida preventiva y provisional que consigue aislar estas fibras de amianto durante un tiempo, una especie de pintura que aglutina y evita que salgan al exterior, pero ha pasado más de un año y parece que ya no tiene efecto», detalla Beza, madre de un niño de 11 años y muy preocupada por los efectos que esto pueda tener en un futuro no tan lejano. «No es un riesgo inminente», puntualiza, pero las consecuencias para la salud pueden aparecer 10, 20 o 30 años después.
«No están haciendo lo suficiente para retirar este material cancerígeno del entorno donde pasan muchas horas nuestros hijos», subraya otra madre, Carolina Abadía, madre de tres alumnos y miembro de la comisión de medio ambiente de la AFA.
Las escuelas Encants y Gaia y la Escola Bressol Leonor Serrano están situadas en una misma manzana, en una zona en plena transformación, a escasos metros del verde de la Gran Clariana de Glòries. En su entorno más inmediato se pueden contar hasta medio centenar de naves y talleres, muchas deterioradas y algunas en estado de ruina. Un verdadero punto negro del fibrocemento en el mapa de la ciudad. La AFA entiende que la solución es compleja y costosa, pero tratándose de un tema de salud pública relacionado directamente con niños y niñas debería ser una prioridad. «Han ubicado dos escuelas y una Escola Bressol en el Chernóbil del amianto», protesta Abadía, indignada porque «no están haciendo lo suficiente para retirar este material cancerígeno» de un entorno en el que los más pequeños pasan muchas horas al día.