El paseo de Gràcia festejará con tres años de actos su 200º aniversario
Una comisión integrada por los comerciantes e instituciones del eje de Barcelona desarrollará y facilitará acontecimientos culturales, deportivos, gastronómicos y lúdicos hasta 2024.
Tras dos años difíciles, el centro de Barcelona tiene hambre de ocasiones que celebrar. Lo demostrará con el 200º aniversario del paseo de Gràcia, que se convertirá en detonante de una serie de acontecimientos culturales, históricos, lúdicos y gastronómicos durante casi tres años. La promesa institucional y del propio eje es potenciarlo como polo dinamizador del centro, meses después de lograr que la efeméride se considere acontecimiento de excepcional interés público en la ley de Presupuestos del Estado. Ese último detalle –en base a la ley de mecenazgo– es fundamental para dar alas a la celebración, ya que a través de medidas fiscales propulsará la colaboración público-privada al dotarla de un carácter más global y con actividades para todos.
El presidente de la Associació del Passeig de Gràcia (APG), Luis Sans, explica que ello supone un incentivo para que patrocinadores y organizadores de eventos se vuelquen en propuestas. Con el elemento añadido de disponer de más facilidades de lo habitual por parte del ayuntamiento para poder encajarlas en el espacio público. Para desarrollar las iniciativas de los tres años, hasta 2024 incluido, se está tramitando la firma de un convenio para crear una comisión interadministrativa que integrarán esta entidad y Fundació Barcelona Promoció (impulsada antes de los JJOO por la Cambra de Comerç), junto con el Ministerio de Cultura, el de Hacienda y el ayuntamiento. La fundación será la que concretará las actuaciones y su desarrollo, precisaron ayer en su presentación.
Dinamización y proyección
Sans ve en esta oportunidad «ilusionante» un imán para redinamizar el paseo y el centro de la ciudad con miras tanto turísticas como para la ciudadanía y los visitantes del resto de Catalunya. Avanzó que los actos pivotarán sobre todo en torno a la música, la gastronomía y el deporte. A su juicio, más allá del favorecer al tejido económico, darán una visión optimista e «innovadora» de la ciudad. «El paseo de Gràcia es aquella avenida que a todos nos gusta enseñar al mundo», clamó.
En este sentido, el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, destacó que el centro urbano es el que más ha acusado las consecuencias del covid y es momento de recuperar el paseo como «gran escaparate» local. También porque «el paseo de Gràcia y la Rambla forman parte de la espina dorsal de Barcelona», de modo que la actividad comercial, cultural y social que allí se desarrolle «irradiará» al resto.
Será además una «oportunidad de proyección de la imagen de Barcelona
a través de uno de sus ejes comerciales y culturales más reconocidos en todo el mundo», agregó Mònica Roca, presidenta de la Cambra de Comerç y de la fundación.
El líder de los comerciantes recordó que el diseño y la urbanización del paseo ya ejerció de «motor de recuperación de la ciudad tras la fiebre amarilla de 1821». El eje se proyectó en 1820, pero las obras sufrieron demoras y contratiempos hasta su estreno en 1827. El bicentenario se ha articulado finalmente en medio, en lo que serán tres años pospandemia. Se da la circunstancia de que la APG también está de aniversario –recientemente celebró sus 70 años de trayectoria con una gala muy reivindicativa–, por lo que parece buen momento para echar toda la carne al asador.
Unos y otros han puesto en valor la singularidad del paseo, en tanto a que no solo despunta como el eje comercial (de la gama popular al superlujo) más reconocido de la ciudad, sino que lo complementa con gastronomía que va del tapeo a las estrellas Michelin, hoteles y edificios (Casa Batlló y Casa Milà) que son Patrimonio de Humanidad.
Cordón umbilical
Dos siglos antes de ser un escaparate internacional, el Antic Camí de Jesús fue cordón umbilical entre la muralla norte de Barcelona y la Vila de Gràcia, «de donde provenía la leche que se consumía en la ciudad», relata la asociación, además de ruta hacia Sant Gervasi y Sarrià, por entonces lugares de veraneo de la burguesía barcelonesa. En 1820 se quiso mejorar el camino, aunque las obras se pospusieron hasta el fin de la fiebre amarilla, con una vía central peatonal y laterales para circulación de carruajes. Posteriormente, el plan Cerdà le dio el protagonismo vertebrador de las dos mitades del Eixample que conserva.
Su uso y disfrute ha ido variando al son de los tiempos, de espacio de recreo fuera de las murallas a zona residencial de alto nivel, también arteria económica plagada de bancos e instituciones, hasta convertirse en epicentro del shopping y de obligada presencia de las principales marcas del mundo, con un mix de clientela local y foránea.
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Costa Calsamiglia ganó con 877 votos, solo cinco más que Manuel Ruisánchez (872), de los 2.084 totales de unas elecciones en las que solo participaron el 19,27% de los 10.800 colegiados. Habif obtuvo 165 votos y también hubo 117 en blanco. El nuevo decano quiere combatir la abstención modernizando el colegio para convertirlo en la casa de todos los arquitectos.
Además, en su programa figuran desafíos como facilitar el ejercicio profesional a los arquitectos –agilizando los visados, mejorando y apoyando los procesos de licencias y concursos, estableciendo unos honorarios…– y prestigiar al sector ante la sociedad, así como afrontar los retos de la arquitectura, como la emergencia climática, la descarbonización y la rehabilitación. El nuevo decano fue vocal de Cultura entre 1998 y 2002 y ha sido vicedecano los dos últimos años.
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La efeméride está considerada acontecimiento de excepcional interés público Además de apoyar al tejido económico, se dará una visión innovadora y optimista de BCN