Márquez pide auxilio a Honda
La Honda de 2022 no corre ni en manos de Marc Márquez, lo que demuestra que es un proyecto fallido. El campeonísimo de Cervera ha reconocido que ha llegado a ganar con motos peores que la RC213V de este año, pero ahora para resucitar necesita la ayuda de
Todo adquiere ya un puntito de desesperación. En Honda no lo verbalizan, pero la situación empieza a ser preocupante. La Honda RC213V de este año no funciona ni siquiera en manos de Marc Márquez, que pese a todos sus problemas sigue siendo el piloto de la firma alada que está mejor clasificado y más cerca del líder, el campeón Fabio Quartararo (Yamaha), concretamente a 48 puntos, casi dos victorias, cuando aún quedan en juego 350 puntos.
Es por eso que, pese a que Pol Espargaró aseguró al acabar los entrenamientos de pretemporada que la moto era «buenísima», Márquez acaba de reconocer a EL PERIÓDICO que «ha llegado un punto en el que o llega algo nuevo de Japón, o la fábrica nos echa una mano con material nuevo, evidentemente, un chasis, pues el motor no se puede tocar, o no podremos luchar por victorias, podios y el título. Necesitamos que Honda Japón y HRC, nuestro departamento de carreras, traigan algo nuevo al test de Montmeló».
Márquez, que nunca compartió la versión triunfalista de Polyccio sobre la Honda 2022, cree que el juicio emitido por su compañero se basa en que, durante un test de pretemporada, los pilotos se pasan tres días dando vueltas al mismo trazado y, al final, no solo todo el mundo es rápido sino que tú emites un juicio equivocado sobre tu moto porque, al tercer día, la pista tiene muchísima goma, el agarre es terrible y te crees que tu moto es la mejor.
Tratar de mejorar
«Yo creo saber, y así se lo cuento a los ingenieros japoneses de Honda, qué problemas tengo o detecto sobre la moto», explicó Marc Márquez, en Le Mans, a este diario y Catalunya Ràdio. «Yo lo que no puedo saber, porque no sé de números ni soy ingeniero, es cuál es la solución. Esta moto siempre ha tenido como puntos fuertes la frenada, meterla en curva en poco tiempo, girar y un gran entendimiento y confianza del tren delantero. Todo eso ha desaparecido».
«Todos estamos tratando de hacer más, mucho más, por mejorar nuestra situación. Yo estoy intentando mejorar y/o cambiar mi estilo de pilotaje, Honda está tratando de encontrar la solución a nuestros problemas, pero está claro que las soluciones, de existir, ya han de llegar de Japón, del departamento de carreras, de los ingenieros japoneses, pues a nosotros, en el box, se nos han acabado las soluciones», insistió el campeonísimo de Cervera.
Márquez aseguró que él no pide nada, él pilota, analiza y, después, explica sus sensaciones sobre la moto y lo que detecta que, según su criterio, va mal. «Yo no pido, yo explico y, por suerte, creo que tanto Pol, como Àlex (su hermano), como Takaa (Nakagami) coincidimos en el diagnóstico, lo que debería de facilitar el trabajo a nuestros ingenieros».
El ocho veces campeón del mundo insiste en el hecho de que las condiciones que se encuentra en un gran premio, durante todo un fin de semana, «no tienen nada, nada, nada que ver con las que te encuentras en un test, insisto, donde te pasas tres días dando decenas y decenas de vueltas al mismo trazado». Y, por supuesto, Márquez se negó a decir que la moto de este año es peor que la del año pasado. «No, no, es mejor, pero las demás han dado un pasito más que nosotros. La nuestra es mejor, nuestros cronos en los circuitos done hemos corrido este año son mejores que los del año pasado, pero las otras son mucho mejores, ese es el problema».
Eso sí, Márquez reconoció que aún no han probado nada nuevo en esta moto. «Por ejemplo, no hemos probado un chasis nuevo. E, insisto, yo creo que ha llegado el momento en que necesitamos que Japón nos eche una mano. Necesitamos algo nuevo y que funcione ¡ya! Y como no podemos tocar el motor, debe ser algo de chasis. Y es ahí donde estoy convencido de que mejoraremos. Soy optimista, de verdad».
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«Lo que podíamos hacer en el ‘box’ ya lo hemos hecho, ahora necesitamos un chasis nuevo»