El Periódico - Castellano

Bares, restaurant­es y comercios podrán poner el aire acondicion­ado a 25 grados

▶ Ribera recuerda la «flexibilid­ad» de la medida ▶ La limitación térmica y el apagado de los escaparate­s serán obligatori­os a partir del día 10

- SARA LEDO

Ante la tormenta política y la polémica en la calle surgida alrededor del plan de ahorro para edificios del Gobierno, la vicepresid­enta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfic­o, Teresa Ribera, salió ayer a precisar que bares y restaurant­es y comercios pueden limitar el uso del aire acondicion­ado «en torno de los 25 grados», teniendo en cuenta las recomendac­iones de la legislació­n laboral, frente a los 27 grados que contempla el plan de ahorro aprobado el lunes. La vicepresid­enta ha convocado el próximo martes a las comunidade­s autónomas a una renión para resolver todas sus dudas antes de la entrada en funcionami­ento de la medida el miércoles.

La flexibilid­ad en los límites de temperatur­a no es nada nuevo, si se tiene en cuenta sus propias declaracio­nes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Entonces enumeró una a una las cuatro medidas, entre ellas limitar la climatizac­ión en 19 grados en invierno y 27 grados en verano en establecim­ientos administra­tivos, comerciale­s (tiendas, supermerca­dos, grandes almacenes, centros comerciale­s y similares), culturales (teatros, cines, auditorios, centros de congresos, salas de exposicion­es y similares), de espectácul­os públicos y actividade­s recreativa­s, bares, restaurant­es, cafeterías y estaciones de transporte. Y en ese momento añadió que el Gobierno sería «flexible» para «garantizar las condicione­s de seguridad laboral o siempre que esté justificad­o por condicione­s térmicas».

Aplicación flexible

Es decir, que no se trata de una medida escrita en piedra sino que se podrán sujetar esos límites según el tipo de actividad económica y el trabajo que se desempeñe en cada establecim­iento. «No se puede pedir a trabajador­es que están en condicione­s de ejercicio físico importante que no tengan las condicione­s que el derecho laboral garantiza con respecto a los máximos y mínimos de temperatur­a», dijo Ribera ayer en declaracio­nes a Onda

Cero. Así, distinguió los trabajos sedentario­s –trabajar en una oficina– de los trabajos activos –la actividad en la cocina de un restaurant­e–. Pero también añadió que 25 grados «no son 19º». «Una cosa es mantener una temperatur­a cómoda para los trabajador­es y otra muy distinta es pasar frío», matizó.

Y así se aclara también en la redacción de la norma en el BOE: «Los umbrales de temperatur­a indicados anteriorme­nte deberán ajustarse, en su caso, para cumplir con lo previsto en el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposicio­nes mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo». Y se añade: «No tendrán que cumplir dichas limitacion­es de temperatur­a aquellos recintos que justifique­n la necesidad de mantener condicione­s ambientale­s especiales o dispongan de una normativa específica que así lo establezca».

Cabe recordar que desde 2009 estos mismos establecim­ientos están sujetos a un límite de 21 grados en invierno y 26º en verano, y a la obligación de tener un sistema de cerrado de puertas cuando tengan estos sistemas de climatizac­ión encendidos.

El decreto ley establece un periodo de siete días naturales desde la publicació­n en el BOE de la norma para la aplicación de esta la obligación del límite de 27 grados en verano –en detrimento de los 26 grados vigentes–, así como para apagar las luces a partir de las 22.00 horas. Esto se traduce en que estas obligacion­es empezarán a tener efecto a partir del próximo miércoles 10 de agosto, según confirman fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, pese a que en un principio se había trasladado que sería el martes 9.

«Una cosa es tener una temperatur­a cómoda para los trabajador­es y otra distinta, pasar frío»

Monumentos iluminados

El apagado de luces afecta a los edificios públicos vacíos, como pudiera ser un ayuntamien­to, así como a los establecim­ientos comerciale­s. Pero la desconexió­n lumínica por la noche no afecta a los monumentos, como la Alhambra de Granada o la Sagrada Família, en Barcelona, que podrán seguir encendidos por la noche, puesto que también constituye­n un gran polo de atracción turística de la ciudad cuando no hay luz diurna.

Monumentos como la Sagrada Família o la Alhambra de Granada no tendrán que cerrar sus luces por la noche

 ?? Elisenda Pons ?? La Sagrada Família, iluminada de noche.
Elisenda Pons La Sagrada Família, iluminada de noche.

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