Cesado el cónsul de Pakistán en BCN por una denuncia de acoso sexual
Una exempleada del consulado asegura que Mirza Salman Baig trató de forzarla en un hotel de la ciudad y la acosó a través de las redes sociales. El diplomático, que ha sido apartado del cargo de forma temporal, tacha todas las acusaciones de falsas y dice estar dispuesto a demostrar su inocencia: «Soy víctima de un chantaje».
El primer ministro de Pakistán ha apartado temporalmente del cargo al cónsul de su país en Barcelona, Mirza Salman Baig, por un presunto delito de acoso sexual contra una trabajadora de la oficina consular. La víctima elevó el caso primero al embajador del Pakistán en España y posteriormente lo denunció ante la justicia española. Lo acusa de un delito de acoso sexual en el ámbito laboral, un delito de acoso sexual con violencia y otro delito de agresión sexual continuado.
Según el relato de la víctima, el ya excónsul la acosaba de forma continuada a través de mensajes en las redes sociales y en una ocasión incluso intentó forzarla en un hotel de Barcelona. Preguntado por este diario, Salman Baig dice estar dispuesto a demostrar su inocencia y niega todas las acusaciones: «Fui víctima de chantaje porque la quise despedir», insiste.
Ascenso a secretaria personal
El hasta este lunes cónsul de Pakistán en Barcelona tomó posesión de su cargo en enero de 2022, después de haber trabajado en la Embajada de Pakistán en Australia. En aquellos momentos, la mujer que ha presentado cargos contra él llevaba ya tres años como empleada en el Consulado en Barcelona, trabajando en la oficina del cónsul general. Según su relato, Salman
Baig decidió ascenderla para que fuera su secretaria personal.
A finales de marzo, según demuestran los mensajes de WhatsApp de la víctima que ha podido ver este diario, el cónsul le pidió que se descargara la aplicación móvil Viber, un chat de mensajería instantánea muy común en los países árabes y que permite crear chats secretos que destruyen todo el contenido enviado o escrito transcurridas 24 horas. «Me vi obligada a hacerlo porque necesitaba este trabajo para regularizar mi situación en España y no quería que me despidieran», explica la víctima. «En esos chats me mandaba mensajes eróticos, fotos de su cuerpo, me pedía fotos mías y me preguntaba cosas como la ropa que llevaba o si iba desnuda. No podía hacer capturas de pantalla porque él se enteraba», prosigue la mujer, que prefiere permanecer en el anonimato y que apenas tiene evidencias de estas acusaciones.
De lo que sí hay evidencias es de las peticiones del cónsul para que esta trabajadora se conectara en esta red social. En un mensaje de WhatsApp del 10 de abril a la una de
La mujer afirma que no denunció antes los hechos por su situación de vulnerabilidad El denunciado dice tener testigos de su intachable gestión al frente de la oficina consular
la madrugada, él le pide que se conecte a la red social y en otro del 28 de abril a medianoche realiza la misma petición. Unas pruebas adjuntadas a la denuncia presentada en un juzgado de instrucción de Barcelona el pasado 29 de julio. El acoso, dice la víctima, también fue continuado durante el mes de abril y mayo en las oficinas del consulado: «Me obligaba a quedarme cuando no había nadie, me hacía comentarios groseros y un día me dijo que vendría a mi casa el día en que no estuvieran mis hijos».
Siempre según la versión de la víctima, el momento de mayor tensión ocurrió el 3 de abril de 2022 al atardecer. «Me pidió que reservara una habitación en el Hotel Viladomat», explica ella. «Me dijo que fuera al hotel para ver si tenían un espacio para fumadores. Cuando fui, él también estaba allí. Me siguió hasta la habitación, intentó cogerme y tocarme, yo empecé a llorar y me pidió que me calmara», sigue ella. «Le dije que mis hijos me esperaban en casa pero me pidió que me quedara
10 minutos más. Trató de desnudarme y tocarme los pechos», prosigue. Aquello no fue a más, cuenta ella, porque huyó de la habitación del hotel llorando. «Desde aquel momento, me pidió perdón de mil formas, que lo olvidara, y me aseguró que no volvería a ocurrir. Pero siguió insistiéndome en por qué no me maquillaba y por qué no llevaba ropa típica paquistaní», cuenta la víctima.
Esperando los papeles
«No lo denuncié entonces, porque mi situación es de extrema vulnerabilidad. Vivo sola en Barcelona con mis tres hijos, mi marido trabaja en Dinamarca y necesito regularizar mis papeles con el contrato de trabajo del consulado para poder irnos todos a Dinamarca», insiste. «Cerré el Viber y traté de evitarlo, de no responderle», continúa.
Este junio, continúa, empezaron las peleas con el cónsul. «Lo amenacé con que acudiría al embajador de Pakistán, le grité», reconoce la mujer. El 16 de junio, el cónsul le pidió que abandonara definitivamente su lugar de trabajo. Ella se atrincheró en su despacho exigiendo un documento de rescisión de contrato. Los Mossos d’Esquadra terminaron echándola del lugar ya entrada la tarde, según confirman fuentes consulares.
Investigación interna
Al día siguiente de este incidente, la víctima contactó con el embajador de Pakistán en España, Shujjat Ali Rathore, que inició una investigación interna. Fuentes diplomáticas citan la conducta del cónsul como «inapropiada» y explican que este lunes el cónsul fue apartado de su lugar de trabajo de forma temporal. «El Gobierno de Pakistán se toma muy en serio las denuncias de acoso en el lugar de trabajo. En este caso, se han tomado medidas inmediatamente para investigar el incidente denunciado. El cónsul general ha sido llamado a la sede del Gobierno», confirma el embajador en España a este diario. Oficialmente, el cónsul fue apartado el lunes de la oficina de Barcelona y en estos momentos se encuentra en Islamabad (Pakistán), donde el Ministerio de Asuntos Exteriores está interrogándole sobre todo lo ocurrido.
«Soy totalmente inocente. Son puras difamaciones y acusaciones falsas», se defiende el cónsul. Adjunta un documento donde 15 trabajadores del consulado y cuatro representantes de la comunidad paquistaní elevan su labor, califican su comportamiento con las mujeres de «intachable» y «apropiado», y desacreditan la versión de la víctima, aportando visiones totalmente opuestas al relato de esta.
Trato «amable»
También muestra varios mensajes de WhatsApp donde la denunciante y el cónsul mantienen una comunicación fluida, incluso amena, justo después de los presuntos ataques sexuales que ella ha denunciado. «Si hubiera pasado de verdad, no habría tardado ni 24 horas en denunciarlo ni tendría este trato amable conmigo», replica Salmain Baig. «Lo de la habitación del hotel se lo ha inventado, igual que lo de la aplicación de Viber, es una mujer manipuladora que ha estado chantajeándome para que no la despidiera. Ahora pretende sacudir el sistema judicial a su favor porque sabe que, de lo contrario, perderá el caso», añade. «Confío en poder demostrar mi inocencia en Pakistán, regresar a Barcelona y poder volver a demostrarla allí, donde sigue residiendo mi familia, porque se trata de una acusación completamente falsa y sin evidencias que podré demostrar», insiste, convencido de que podrá volver a su cargo cuando terminen todos los procedimientos.
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