Gràcia recortará horarios de terrazas pero ganará mesas
El ayuntamiento compensa las restricciones dotando de más veladores a los negocios de las plazas del Sol, la Vila, Diamant y Revolució durante la franja afectada.
La ofensiva abierta por el Ayuntamiento de Barcelona para frenar el exceso de ruido en las calles y plazas consideradas zonas acústicamente tensionadas en horario nocturno (ZATHN) avanza sin pausa por los distritos más afectados. Ayer se anunciaron las medidas de reducción horaria de terrazas en plazas de Gràcia y en los Jardins de la Mediterrània de Sants, aunque en algunas de las primeras se ha optado por una novedosa compensación (dotarlas de más veladores) que hasta ahora no se había dado ni en Enric Granados (Eixample) ni en Ciutat Vella donde la semana pasada se informó de los recortes, con gran enfado de los restauradores.
En Gràcia, el ámbito de actuación contempla las plazas de Sol, Vila de Gràcia, Virreina, Diamant, Revolució, Joanic y Raspall. En las cinco primeras, las medidas están encabezadas por el adelanto del cierre de las terrazas (no de los locales) una hora, una vez superados los trámites administrativos. Es decir, a principios de septiembre.
El concejal de Emergencia Climática y Transición Energética, Eloi Badia, explicó que la iniciativa persigue reducir el impacto sonoro que afecta durante las noches a los residentes. Según detalló, en cada plaza se ha «trabajado» con operadores y vecinos tras constatar que los sonómetros mostraban que se superaban de forma continua en tres decibelios los límites permitidos en la franja nocturna. Como resultado, el consistorio ha decidido que el cierre de los veladores de abril a octubre se avance a las once de la noche entre semana, y los viernes, sábado y vigilia de festivos, a medianoche. El resto del año, a medianoche fines de semana y vigilias de fiesta.
Menos perjuicios económicos
En un intento de paliar el perjuicio económico que suponen las restricciones para bares y restaurantes, se permitirá añadir veladores desde las ocho de la noche hasta el cierre, siempre que haya reducción horaria. En las plazas del Sol, de la Vila y del Diamante, se podrán sumar dos mesas por establecimiento. Badia apuntó que se ha estudiado caso por caso, de modo que nunca se supere el 15% de la ocupación del espacio público. De hecho, será del 8% al 12% en dicha franja.
En la de la Revolució, solo se añadirá una por local pero en todo el horario de apertura, los días con recortes. Se espera, así, «garantizar el espacio público de día para usos familiares y vecinales». En este sentido, se anunció la renovación de la zona de juegos infantiles en el verano
Sants-Montjuïc avanzaráelcierre de locales y veladores en los Jardins de la Mediterrània
de 2023. Sin embargo, en el caso de la del Raspall «de momento» no se consolidará la terraza extraordinaria covid por algunas molestias detectadas. En la Virreina, por su intensivo uso, no habrá más mesas.
El plan también propone, tanto en estas plazas como en la Joanic, colocar tapones de plástico a mesas y sillas y cadenas plastificadas para atenuar los ruidos, pedir a los establecimientos que tiren el vidrio en los contenedores de día y que los elementos de las terrazas se apilen en el espacio público. En paralelo, se limitarán el número de conciertos y actos nocturnos, se potenciarán actividades familiares diurnas y continuará la campaña de sensibilización a los usuarios, con mediadores ambientales hasta las dos de la madrugada los días de más afluencia.
Controles de la Urbana
La Guardia Urbana también reforzará su presencia en las plazas más concurridas, con controles hasta las seis de la mañana, en algunos casos permanentes. Sin perder de vista a los establecimientos que puedan alimentar el botellón, el distrito estudia el ámbito donde se implantaría en breve una reducción horaria como la de Sant Martí.
En Sants-Montjuïc, el ayuntamiento ha decidido que recortará los horarios tanto de terrazas (como en las plazas conflictivas de Gràcia) como los de los establecimientos situados en los Jardins de la Mediterrània. Estos últimos tendrán que cerrar a la 1.30 horas de la madrugada entre semana y a las dos los viernes, sábados y vigilias de festivos. También aquí habrá dispositivos conjuntos de limpieza y Guardia Urbana a la hora de bajar la persiana, así como el resto de medidas para minimizar los ruidos.
El distrito cuenta con precedentes, como el caso de la calle de Blai, en el Poble Sec, por lo que cree que las amenazas del Gremi de Restauració, que ya ha anunciado una batalla judicial, no prosperarán. Así lo expresó Badia, quien recordó que los afectados tienen un mes de plazo para presentar alegaciones y que mientras se seguirán realizando mediciones sonométricas.
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