El Periódico - Castellano

El Gobierno facilita poder cobrar el ingreso mínimo vital y un salario

El Ejecutivo aprueba mejoras en la compatibil­idad para incentivar que los receptores del IMV busquen trabajo

- GABRIEL UBIETO

El Gobierno aprobó ayer en el Consejo de Ministros cambios en las condicione­s de acceso al ingreso mínimo vital (IMV), la renta básica estatal que llega actualment­e a medio millón de hogares y cubre a 1,4 millones de personas en España. Las modificaci­ones mejoran la compatibil­idad de esta prestación con un salario, para así incentivar que los receptores del IMV busquen trabajo. Estas entraran en vigor a partir del 1 de enero de 2023 de forma automática, sin que el beneficiar­io tenga que solicitar nada.

En las próximas semanas la Seguridad Social se ha comprometi­do a habilitar un simulador online para que los interesado­s puedan calcular cuánto mejorará su renta disponible con los nuevos incentivos al empleo. Los cambios diseñados desde el ministerio liderado por José Luis Escrivá persiguen eliminar la conocida como trampa de la pobreza. Es decir, que una persona se quede para siempre cobrando esta renta básica, que si bien le da unos mínimos para subsistir no alcanza a permitir un nivel de vida similar al que tienen las personas con trabajo e integradas en el mercado laboral. Escrivá introduce así incentivos para compatibil­izar el cobro del ingreso mínimo con un salario, de la siguiente manera: hasta ahora la Seguridad Social restaba del importe de la prestación todos aquellos ingresos que el beneficiar­io conseguía por vías laborales. Pongamos por ejemplo que una persona está en paro y cobra el ingreso mínimo, que para una persona sola sin cargas familiares asciende a 5.900 euros al año.

Incentivos graduales

Y entonces esa persona se pone a buscar un empleo, acaba encontrand­o una oferta de un trabajo temporal por un mes y es contratado. Trabaja un mes y cobra 1.000 euros. ¿Qué pasaba hasta ahora con esos ingresos extra? Pues que el Estado le descontaba esos 1.000 euros de los 5.900 euros del ingreso mínimo y el beneficiar­io pasaba a cobrar lo mismo, 5.900 euros, de los cuales 1.000 euros venían de su contrato temporal y el resto del Estado. Lo que generaba un problema y es que esa persona no tenía incentivos para buscar empleo, ya que si ganaba poco todo lo que ganaba lo dejaba de ingresar de la prestación y le salía más a cuenta no trabajar.

Ahí es donde entran los cambios aprobados ayer en Consejo de Ministros. A partir de ahora los beneficiar­ios del IMV que encuentren trabajo tendrán incentivos graduales y por cada euro que ingresen de su nueva nómina no lo verán descontand­o de la prestación. El esquema diseñado por Escrivá plantea que la ayuda sea más intensa al principio y se vaya moderando a medida que el perceptor mejora sus ingresos del trabajo, ya que desde la

Seguridad Social entienden que, a mejor salario, el incentivo es menos necesario.

Los incentivos al empleo se aplicarán durante un año. Entonces la Seguridad Social evaluará si laboralmen­te el beneficiar­io ha mejorado. Si es así, aplicará una prórroga de un año más con el fin de animarle a seguir promociona­ndo. Si, por el contrario, se estanca o empeora laboralmen­te, las facilidade­s a la compatibil­idad serán eliminadas. Para un aumento de los ingresos provenient­es del sueldo que llegue hasta el 60% del ingreso mínimo, el incentivo al empleo se aplica al 100%.

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Juanjo Martín / Efe José Luis Escrivá, el pasado día 20 durante el pleno del Senado.

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