Incompetencia de los gobiernos occidentales
Para escribir esta reflexión y evitar malentendidos, es imprescindible señalar la posición contraria a la locura iniciada por Putin al invadir Ucrania. Igualmente, la solidaridad con el pueblo ucraniano añadiendo el mismo sentimiento hacia el ruso, o las mujeres iranís.
Una vez dejado claro esto, se debe profundizar sobre la situación actual, partiendo de la base de que, según todos los expertos, está siendo provocada precisamente por esa guerra y por estar en una parte del mundo que ha tomado partido a favor de Ucrania y contra Putin. Esa decisión está teniendo consecuencias graves en el aspecto económico que nos llevan a un escenario de invierno apocalíptico. Así lo ha señalado el secretario general de la ONU, António Guterres, en su intervención ante el plenario del día 20: «El conflicto en Ucrania, la subida de los precios de los alimentos y la energía, el calentamiento global y sobre todo, las profundas divisiones y desigualdades que recorren el mundo han sentado las bases para una tormenta perfecta». Así nos vaticinaba un invierno terrible para el mundo que podía provocar una ola de protestas sociales sin precedentes.
¿Todo eso por la guerra abierta en suelo ucraniano? ¿La postura de los gobiernos occidentales al solidarizarse con el pueblo ucraniano ha provocado que ese sufrimiento se extienda al ruso y al resto de los pueblos implicados? O sea, que en lugar de dedicar su esfuerzo a acabar con el sufrimiento de unos han provocado el sufrimiento de todos. Genial, es de cum laude.
Su incompetencia a la hora de acabar con el horror de esa guerra está consiguiendo que ese horror se extienda a lo largo y ancho de