Bélgica ya permite aplicar la semana laboral de cuatro días
Concentrar la semana laboral en cuatro días, frente a los cinco habituales, ya es posible en Bélgica desde ayer. La medida, que forma parte de la reforma del mercado laboral acordada a mediados de febrero por el Gobierno belga y aprobada en junio, permitirá a los trabajadores que lo deseen solicitar, de forma voluntaria, a sus respectivas empresas una flexibilización de horarios aumentando a nueve horas y media o diez –sin contar la pausa– las jornadas de trabajo diarias para disponer del quinto día libre. Las empresas podrán rechazar la petición previa motivación. La idea, que según el Ejecutivo belga permitirá conciliar mejor la vida laboral y familiar, sigue suscitando muchas dudas entre empleadores y sindicatos y no está claro que vaya a seducir a los trabajadores.
Según un estudio publicado la semana pasada por Securex, empresa dedicada a la gestión de recursos humanos, un cuarto de los empleadores en Bélgica (25,7%) consideran que el sistema es imposible de aplicar actualmente en sus empresas y más de la mitad (52,2%) aseguran que rechazarían una solicitud de este tipo porque consideran que sus empleados ocupan un puesto que exige una permanencia de cinco días y que el impacto sobre la actividad empresarial sería demasiado elevado. Según la misma encuesta, realizada a partir de entrevistas a 1.340 empleadores, las empresas que operan en los sectores de manufactura, restauración y comercio minorista se muestran particularmente reacias a la flexibilización y consideran imposible aplicarla. (29% frente al 23% de otros sectores).
Tampoco los sindicatos están satisfechos porque consideran que no supone una reducción del tiempo de trabajo y el número de horas de trabajo seguirá siendo el mismo aunque concentrado en menos días. «Podría tener efectos perversos sobre el bienestar de los trabajadores», avisa el sindicato FGTB.
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