Declaraciones penosas
Vergüenza ajena hemos sentido todos los que no tenemos ninguna deuda con Catar al oír las manifestaciones del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que nos viene a acusar de «y tú más». Es obvio que ese país que, como otras monarquías de la región, viven con regímenes propios de la Edad Media, ha comprado, para vergüenza de todos, un Mundial de fútbol totalmente atípico, que incluso ha obligado a trastocar todos los calendarios de las competiciones. Solo habría que ver quién se ha lucrado directamente por esta decisión. De momento monsieur Platini tuvo que dimitir, y el signore Infantino debería hacer lo mismo, porque querer defender un país medieval y arbitrario, que trata por ejemplo a las mujeres como seres inferiores que deben de estar tuteladas por un hombre siempre, es nauseabundo.
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