Duras protestas por impagos y restricciones en la mayor fábrica de iPhone
Del incumplimiento de promesas salariales y el hastío por los confinamientos brotaron ayer excepcionales protestas tumultuosas en un país, China, que sublima la estabilidad social. Tampoco el escenario es vulgar: se trata de la mayor fábrica de iPhone del mundo. Los vídeos filmados por sus trabajadores, ubicuos en las redes sociales chinas durante la jornada, muestran fragorosos enfrentamientos de la plantilla con piedras y palos contra policías y funcionarios anticovid en trajes blancos de protección integral.
Algunas caras ensangrentadas dan la medida de la fiereza de los choques. También ha abundado el vandalismo con cámaras de vigilancia, ventanas y demás mobiliario urbano arrasado. «Nos han cambiado los contratos para no pagarnos los complementos que nos prometieron. Nos tienen en cuarentena pero no nos dan comida», denunciaba un trabajador.
El conflicto nace un mes atrás. Zhenzhou, la capital provincial de Henan, había lidiado durante semanas con un brote y quedó afectada finalmente la fábrica. Pertenece a la multinacional taiwanesa Foxconn, el mayor suministrador de Apple, y es conocida como Ciudad iPhone: un campus elefantiásico con 200.000 trabajadores atareados en sacar los nuevos teléfonos para la temporada de Navidades. La detección de un puñado de casos generó la comprensible huida masiva de los que temían un confinamiento inminente.
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