El 40% de los barceloneses optan por una mutua privada
Máximo histórico de los seguros médicos, que crecen también en las clases bajas debido a la falta de recursos de los CAP, mientras empeora la satisfacción respecto a la atención primaria.
Mientras la sanidad pública y, en concreto, la atención primaria se debilita progresivamente por la falta de recursos, las mutuas privadas aumentan en los últimos años en toda Catalunya. También lo han hecho en Barcelona, como refleja la Enquesta de salut 2021. Así, por primera vez, la doble cobertura sanitaria de los barceloneses se ha situado por encima del 40% de la población: el 42,7% en mujeres y el 40,6% en hombres. Es el máximo histórico.
Ello mientras la opinión de los ciudadanos sobre la atención primaria empeora desde 2016, como también recoge este estudio. Este trabajo, realizado por la agencia de salud pública de la ciudad, se realizó entre febrero de 2021 y febrero de 2022, en plena pandemia y con unos centros de salud que difícilmente pudieron dedicarse a atender otras dolencias que no fueran el covid.
En todas los sectores sociales
Este alza se ha dado en todas las clases sociales, salvo en la más acomodada. Gran parte de este sector social ya tenía un seguro médico privado. Pero ahora las mutuas también han crecido entre las más bajas, entre otras cosas porque el incremento de pólizas del sector privado ha llevado a una guerra entre compañías para ofrecer las más baratas (muchas veces en detrimento de la calidad). «Entre las clases altas, el porcentaje de mutuas es del 50%. En las más bajas, de entre el 10% y el 30%. La doble cobertura crece, pero sigue estando sobre todo en las clases altas», señaló ayer la gerente de la Agència de Salut Pública de Barcelona (Aspb), Carme Borrell.
Esta cifra hay que leerla junto a otra: el descenso de satisfacción respecto a la atención primaria. La opinión general sigue siendo buena, pero ha menguado. De los 10 indicadores que analiza la encuesta sobre la primaria, siete van a peor y tres a mejor. Aun así, el 82% recomendaría a su médico de cabecera.
«La primaria necesita una inyección presupuestaria. El 25% del presupuesto de Salut debería ir destinado a la primaria [Catalunya destina el 16,7%, el 5% más que en 2019]», subrayó la regidora de Salut, Envelliment i Cures, Gemma Tarafa. «Debemos garantizar que el 100% de los barceloneses tengan cita con su CAP en menos de cinco días y caminar hacia las 48 horas. Y mejorar la presencialidad», añadió. Los pacientes tienen derecho a ser atendidos por su médico de cabecera en 48 horas, periodo que pocas veces se cumple por la saturación y la presión que viven los centros de salud.
El informe también recoge una mejora importante en cuanto al infradiagnóstico de enfermedades crónicas, hasta el punto de que en el caso del cáncer la situación se sitúa en niveles similares a los de 2019 y los diagnósticos fueron solo el 0,2% inferiores en mujeres y el 1,5% en hombres. Pero el diagnóstico de las enfermedades cardiovasculares sigue siendo el 10,2% inferior en mujeres y el 8,2% en hombres respecto a los niveles prepandémicos.
Esperanza de vida
En cambio, los diagnósticos postrastornos de ansiedad se han incrementado el 2,1% en mujeres y el 3,4% en hombres respecto a 2019, con un incremento muy superior en la población de 15 a 24 años que ha sido del 46% en mujeres y del 25,2% en hombres. Globalmente, la salud mental de los barceloneses ha empeorado.
Por último, la encuesta ha detectado una recuperación parcial de la esperanza de vida con respecto a 2020. Era un factor muy lastrado por el covid. Pese a seguir por debajo de 2019, las barcelonesas tienen una esperanza de vida de 87,6 años, y los barceloneses, de 81,6. El sesgo de género se reduce si se tiene en cuenta la esperanza de vida en buena salud: en el caso de las mujeres se sitúa en los 78,8 años, y en el de los hombres, en los 74,3 años.
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El incremento de pólizas ha dado lugar a una guerra para ofrecer las más baratas